Viernes 19 de abril de 2024

Francisco, "el papa de los villeros"

  • 14 de marzo, 2013
  • Buenos Aires (AICA)
Tres referentes de la pastoral para las Villas de Emergencia de la arquidiócesis de Buenos Aires no dudaron en catalogar al Santo Padre Francisco como el "papa de los villeros". Recordaron que, cuando cardenal y arzobispo de Buenos Aires, "hizo una opción muy fuerte con las villas", duplicando la cantidad de sacerdotes y acompañando a las comunidades. Su última presencia entre los humildes fue el 8 de diciembre, cuando celebró las confirmaciones de decenas de jóvenes y adultos en la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en Barracas.
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Tres referentes del Equipo de Pastoral para las villas de Emergencia no dudaron en catalogar al Santo Padre Francisco como el "papa de los villeros". Recordaron que, cuando cardenal y arzobispo de Buenos Aires, "hizo una opción muy fuerte con las villas", duplicando la cantidad de sacerdotes y acompañando a las comunidades.

El presbítero José María de Paola, que trabajó mucho tiempo en la Villa 21-24 de Barracas, y debió ser trasladado por amenazas a su vida, destacó que lo más importante del Santo Padre fue el apoyo que brindó a los "curas villeros". "No podríamos haber realizado la tarea de promoción y evangelización sin su apoyo, el espiritual y el material", destacó.

El "padre Pepe", como todos lo conocen, y que se encuentra ahora en Villa La Cárcova, en la diócesis de San Martín, sostuvo que el Papa deberá "subrayar su opción por los más pobres". "Ahora los límites de él no serán la avenida General Paz (N. de r.: límite de la ciudad y arquidiócesis de Buenos Aires), sino el mundo, ya que deberá acompañar la tarea en otros lugares, como en África, donde hay muchos que trabajan a favor de los pobres".

Igualmente opinó el presbítero Lorenzo de Vedia, el "padre Toto", que atiende a la comunidad antes encomendada al padre Pepe, en la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé. "Es el papa de los villeros. Hizo una opción muy fuerte con las villas cuando duplicó la cantidad de sacerdotes, acá y en todas".

El "padre Toto" confesó que charló con el papa Francisco diez minutos antes de que éste saliera al aeropuerto rumbo a Roma, y recordó su última visita a la comunidad, que sucedió el 8 de diciembre de 2012, cuando presidió las confirmaciones de decenas de jóvenes y adultos, en Barracas.

También destacó el recibimiento de la noticia en el barrio: "La gente no siente que lo perdió. Siente igual su paternidad, siente que desde otro lugar seguirá acompañándolos". Allí, los festejos duraron hasta la madrugada, y esta mañana, la parroquia se abrió a las 6.30 para permitir a los vecinos rezar por la misión y ministerio de Francisco.

El presbítero Gustavo Carrara, responsable de la Comisión Arquidiocesana para la pastoral en Villas de Emergencia y párroco de Santa María del Pueblo, en la Villa 1-11-14, en el Bajo Flores, debió organizar cuatro misas desde la tarde y hasta la noche para contener espiritualmente los deseos de agradecer a Dios por el nuevo Papa.

"Fue una sorpresa muy grata, porque Bergoglio ha venido varias veces a nuestro barrio y ha colaborado con mucha de las actividades sociales y pastorales que realizamos. La gente está contenta y entusiasmada. Muchos lo conocieron y estuvieron con él. Eso es fuerte", aseveró.

El padre Carrara también recordó la última visita a la villa: el hasta ayer arzobispo de Buenos Aires estuvo el 14 octubre de 2012 en la fiesta de la Virgen de Copacabana, patrona de la comunidad boliviana, y que logra reunir a alrededor de 30.000 personas cada año. Allí celebró la misa central, que precede a los bailes y festejos típicos.

También destacó su presencia el Jueves Santo de 2012: "Ese día le lavó los pies a los chicos adictos a las drogas que se encuentran en recuperación, y bautizó a varios hijos de estas personas".

Finalmente, el coordinador de los "curas villeros" realizó una breve síntesis de su acompañamiento pastoral a los más simples y humildes: "Cada persona lo siente muy cercano; habla de su modo de ser. Los pobres en general lo sienten cercano. Él visitaba las cárceles, los hospitales, andaba en colectivo, en subte. Tiene cercanía con la calle".

El equipo de pastoral para las Villas de Emergencia aún no estableció si algún referente viajará a Roma para participar de la misa de asunción del Romano Pontífice. El padre Carrara, por lo pronto, adelanto que no irá: "La idea es seguir acá y acompañarlo en comunión con la oración".+