Jueves 21 de noviembre de 2024

Francisco advierte sobre la 'plaga de los chismes' en la vida de las personas

  • 10 de septiembre, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En su alocución previa al Ángelus dominical, el Papa se refirió a la corrección fraterna y sugirió: "Cuando un hermano en la fe comete una falta contra ti, tú, sin rencor, ayúdalo corrigiéndolo".
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En su alocución previa al Ángelus dominical, el Papa Francisco reflexionó sobre la corrección fraterna, a la que definió como “una de las expresiones más grandes del amor, y también una de las más exigentes, porque no es fácil corregir a los otros”, e insistió en afirmar -como lo ha hecho en predicaciones anteriores- que “los chismes son una plaga en la vida de las personas”.

“Cuando un hermano en la fe comete una falta contra ti, tú, sin rencor, ayúdalo corrigiéndolo. Ayudar corrigiendo", sugirió desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano,

El pontífice lamentó que “lo primero que se suele crear en torno a quien se equivoca son habladurías, por las  que todos se enteran del error, con todos los detalles, menos la persona afectada"  y advirtió: "Esto no está bien y no  agrada a Dios”. 

“No me canso de repetir que los chismes son una plaga en la vida de las personas y de las  comunidades, porque traen división, sufrimiento y escándalo, y nunca ayudan a mejorar y a crecer”, subrayó.

Asimismo, explicó que Jesús “nos enseña a comportarnos de otra manera” y que nos anima a hablar “cara a cara” y “lealmente” a quien se ha equivocado, con el fin de ayudarlo. 

“Hazlo por su bien, superando la vergüenza y encontrando el  verdadero valor, que no es hablar mal de él a sus espaldas, sino decirle las cosas a la cara, con mansedumbre  y amabilidad”, instó el Papa Francisco. 

En los momentos donde personalmente se duda si “no es suficiente” o hay temor de que el otro no lo entienda, el Papa animó a pedir ayuda.

“Pero, ¡cuidado!  ¡No la del grupito que chismea!", alertó, y recordó que Jesús dice: "Toma contigo una o dos personas’,  refiriéndose a personas que realmente quieran ayudar a ese hermano o hermana que ha errado". 

“¿Y si sigue sin entender? Entonces, dice Jesús, involucra a la comunidad. Pero, también en este caso,  seamos claros: no se trata de poner a la persona en la picota, de avergonzarla públicamente, sino de unir los  esfuerzos de todos para ayudarla a cambiar”, puntualizó.

El Papa insistió en advertir que "señalar con el dedo a las personas no es bueno, de hecho, a  menudo hace más difícil que quien se ha equivocado reconozca su propio error. Más bien, la comunidad  debe hacerle sentir a él o a ella que, al tiempo que condena el error, está cerca de esa persona con la oración y el afecto,  siempre dispuesta a ofrecer el perdón y a empezar de nuevo”.  

En este sentido, animó a los fieles a hacerse las siguientes preguntas: “¿Cómo trato a los que se equivocan contra mí? ¿Me lo guardo y acumulo resentimiento con un 'me las pagarás'? ¿Hablo acerca de ello a sus espaldas? ¿O intento hablarles? ¿Rezo por él o ella?, ¿pido ayuda  para hacer el bien?".+