Lunes 25 de noviembre de 2024

Francisco a los jóvenes franceses: Que los futuros santos sean su inspiración

  • 14 de mayo, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El papa Francisco recibió en la mañana del sábado a los jóvenes de la diócesis francesa de Viviers, presentes en el Vaticano en ocasión de la canonización de Charles de Foucauld y Marie Rivier.
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El Santo Padre recibió a la delegación de jóvenes de la diócesis de Viviers, Francia, que llegaron a Roma para participar de la canonización de Charles de Foucauld y Marie Rivier. 

“Deseo que regresen de Roma con un mayor amor a la Iglesia. La celebración de la canonización les dará una imagen de su universalidad y de sus muchos rostros, todos dirigidos hacia el único Salvador. Los encomiendo a todos a la intercesión especial de sus futuros santos, Marie Rivier y Charles de Foucauld. Que siempre sean un estímulo y una inspiración para ustedes”, expresó el Papa.

“Esta sucesión de beatos y futuros santos muestra claramente la fecundidad de su diócesis y espero que puedan conservar este patrimonio de santidad”, anheló el Pontífice, recordando al mismo tiempo al padre Gabriel Longueville, también de la diócesis de Viviers, beatificado como mártir en 2019, y a quien conoció en la Argentina. “Su abnegación y su atención a los más pobres en la parroquia donde trabajaba son un modelo para los sacerdotes de su tierra natal”.

Tomando el modelo de Charles de Foucauld, Francisco animó a los peregrinos a aprender de él a hacer esa experiencia de Dios que lo llevó a evangelizar con la presencia. “Una forma discreta de evangelización, sí, pero muy exigente, porque requiere el testimonio de una vida coherente, es decir, que se ajuste verdaderamente a las aspiraciones de todo hombre amado por Dios y llamado a algo más que al placer fugaz o a los resultados inmediatos y visibles”. Si aceptan ser como la levadura en la masa, como Charles de Jesús quiso ser en el Hoggar –señaló el Pontífice– las generaciones posteriores podrán recoger los frutos espirituales.

Seguidamente, invitó a los jóvenes a fundar su vida cristiana en las “tres E”, tres palabras clave de la espiritualidad de Charles de Foucauld: Evangelio, Eucaristía y Evangelización. “Aquí tienen todo un programa de vida en la escuela de Cristo”. 

Además les sugirió que aprendan y mediten a menudo la magnífica oración de abandono a Dios, tomada de sus escritos: “Padre mío, me abandono a Ti. Haz de mí lo que quieras. Lo que hagas de mí te lo agradezco, estoy dispuesto a todo, lo acepto todo. Con tal que Tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas, no deseo nada más, Dios mío…”

Que esta oración, dijo el Papa, “se convierta en su oración en los momentos de elecciones y cruces de la vida. De este modo podrán entrar en la dinámica evangélica de la Iglesia en su diócesis, una diócesis que manifiesta el deseo de vivir la fraternidad universal del ermitaño del Sahara. Pienso en particular en todos los grupos de scouts que se han puesto bajo el patrocinio de Charles de Foucauld”.

Finalmente, el papa Francisco alentó a los jóvenes franceses a seguir el ejemplo de Marie Rivier, hija de su tierra, dedicada a la educación de los niños, con la Congregación de las Hermanas de la Presentación de María que ella fundó. “Les deseo que reciban el anhelo de abrir la mente de los pequeños a las cosas de Dios, a la preocupación por el prójimo y a la admiración por la creación. ¡Qué importante es esto! Espero que siga habiendo muchas mujeres de esta talla, humildes y valientes para dar a conocer el amor de Dios a los pequeños que sólo piden aprender. Este deseo está arraigado en la Esperanza que no defrauda”.

El Santo Padre concluyó su discurso encomendando esta intención a la Virgen María, Madre de esta Congregación, ahora extendida por todo el mundo y que sigue dedicándose incansablemente a los niños, los jóvenes y los excluidos.+