Viernes 19 de abril de 2024

Francisco a la COP26: Urgen respuestas eficaces a la crisis ecológica

  • 29 de octubre, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El pontífice hizo un llamado a una renovada solidaridad mundial para realizar "opciones radicales" para salir de la crisis y que ofrezcan "esperanza concreta a las generaciones futuras".
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El papa Francisco solicitó a los políticos que participarán en la cumbre del clima COP26, que se llevará a cabo en Glasgow (Escocia) del 31 de octubre al 12 de noviembre de 2021, que ofrezcan “respuestas eficaces a la crisis ecológica” y “esperanza concreta a las generaciones futuras”.

“Los líderes políticos que participarán en la COP26 de Glasgow están llamados a ofrecer urgentes y eficaces respuestas a la crisis ecológica en la que vivimos y, de este modo, una esperanza concreta a las generaciones futuras”, sostuvo el pontífice en su mensaje difundido a través del programa radiofónico “Thought for the Day” de la BBC.

El Santo Padre recordó que “el cambio climático y la pandemia de Covid-19 ponen al descubierto la vulnerabilidad radical de todos y suscitan numerosas dudas y perplejidades sobre nuestros sistemas económicos y sobre las modalidades de organización de nuestras sociedades”.

"Nuestras seguridades -advirtió- se derrumbaron, nuestro apetito de poder y afán de control se están desmoronando. Nos hemos descubierto débiles y llenos de miedos, sumergidos en una serie de crisis sanitarias, ambientales, alimentarias, económicas, sociales, humanitarias, éticas. Crisis transversales, fuertemente interconectadas y presagio de una 'tormenta perfecta', capaz de romper los 'vínculos' que unen nuestra sociedad dentro del precioso don de la Creación".

En este sentido, el Papa señaló que “toda crisis requiere visión, capacidad de planificación y rapidez de ejecución, repensando el futuro de nuestra casa común y de nuestro proyecto común”.

"Estas crisis nos ponen frente a elecciones radicales que no son fáciles. Todo momento de dificultad encierra, de hecho, también oportunidades que no pueden ser desaprovechadas. Pueden afrontarse haciendo que prevalezcan comportamientos de aislamiento, proteccionismo, explotación; o pueden representar una auténtica ocasión de transformación, un verdadero punto de conversión, no solo en sentido espiritual".

Esta última vía, afirmó el Santo Padre, es la única que conduce hacia un horizonte “luminoso” y puede ser perseguida solo a través de una renovada corresponsabilidad mundial, una nueva solidaridad fundada en la justicia, en el hecho de compartir un destino común y en la conciencia de la unidad de la familia humana, proyecto de Dios para el mundo. Se trata de un desafío de civilización en favor del bien común y de un cambio de perspectiva, en la mente y en la mirada, que debe poner en el centro de todas nuestras acciones la dignidad de todos los seres humanos de hoy y de mañana. La lección más importante que estas crisis nos transmiten y que es necesario que construyamos juntos, porque no hay fronteras, barreras, muros políticos, detrás de los que poder esconderse. Y lo sabemos: de una crisis no se sale solos.

Asimismo, el pontífice recordó que el 4 de octubre se reunió con los jefes religiosos y científicos para firmar un llamamiento conjunto que reclamara acciones más responsables y coherentes tanto a nosotros mismos como a nuestros gobernantes. Es fundamental el compromiso de cada uno hacia ese cambio de ruta tan urgente; compromiso que hay que alimentar también desde la propia fe y espiritualidad.

"En el llamamiento conjunto reclamamos la necesidad de actuar de manera responsable en favor de la 'cultura del cuidado' de nuestra casa común y también de nosotros mismos, tratando de erradicar las 'semillas de los conflictos: avidez, indiferencia, ignorancia, miedo, injusticia, inseguridad y violencia'”.

Por último, Francisco afirmó que "la humanidad nunca tuvo tantos medios para alcanzar ese objetivo como los que tiene ahora. Los encargados políticos que participarán en la COP26 de Glasgow están llamados con urgencia a ofrecer respuestas eficaces a la crisis ecológica en la que vivimos y, de este modo, esperanza concreta a las generaciones futuras.

"Pero todos nosotros -y está bien repetirlo, a cualquiera y donde estemos- podemos tener un papel modificando nuestra respuesta colectiva a la amenaza sin precedentes del cambio climático y de la degradación de nuestra casa común".+