Jueves 28 de marzo de 2024

Falleció Eduardo Arnau, un benemérito periodista tucumano

  • 24 de septiembre, 2012
  • San Miguel de Tucumán (AICA)
El 12 de septiembre, a la edad de 85 años, falleció en Tucumán don Eduardo Arnau, destacado periodista del diario La Gaceta, donde se desempeñó por más de cuarenta años. Sus restos fueron velados en la Fundación San José, y el jueves 13, al término de una misa exequial de cuerpo presente en la parroquia San Martín de Porres, fueron trasladados al cementerio San Agustín, donde recibieron sepultura. Eduardo Arnau nació el 9 de septiembre de 1927. Tras su bachillerato, se incorporó a La Gaceta, diario tucumano en el que llegó a desempeñarse como prosecretario de Redacción, y luego secretario de Redacción de "La Tarde", la edición vespertina de La Gaceta. Fue uno de los fundadores de la Comisión Arquidiocesana para los Medios de Comunicación Social, delegado ante la Federación Argentina de Periodistas, y dirigente del Círculo de la Prensa.
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Tres días después de haber cumplido 85 años, el miércoles 12 de septiembre falleció en la capital tucumana don Eduardo Arnau, destacado periodista del diario La Gaceta, en el que se desempeñó por más de cuarenta años.

Sus restos fueron velados en la Fundación San José, y el jueves 13, al término de una misa exequial de cuerpo presente en la parroquia San Martín de Porres, fueron trasladados al cementerio San Agustín, donde recibieron cristiana sepultura.


Eduardo Arnau nació el 9 de septiembre de 1927. Tras su bachillerato en el colegio Tulio García Fernández, se incorporó a La Gaceta, diario tucumano en el que desarrolló un trabajo intenso durante una larga trayectoria de más de cuarenta años, y llegó a desempeñarse como prosecretario de Redacción, y luego secretario de Redacción de "La Tarde", la edición vespertina de La Gaceta.

Al poco tiempo de su ingreso en el matutino tucumano se hizo cargo, con mucha solvencia y profesionalismo, de cubrir por muchos años la información gremial y la religiosa. En julio de 2002 escribió: "Me tocó conocer a todos los obispos y arzobispos que actuaron en Tucumán hasta que me jubilé".

Fue uno de los fundadores de la Comisión Arquidiocesana para los Medios de Comunicación Social, delegado ante la Federación Argentina de Periodistas, y dirigente del Círculo de la Prensa.

En su homenaje publicamos a continuación la nota editorial que escribió su hijo, el padre Eduardo Arnau, en el semanario "Cristo Hoy".

"Mal, pero acostumbrado"
¿Cómo estas papá?, y la contestación era lo que dice el título. Se trataba de circunstancias especiales cuando aparte de los impedimentos que lo tenían en una silla de ruedas estaba mi padre con sondas y sueros. Nunca quiso ser objeto de preocupación, ni de lástima. Y todo esto por 19 años.

El miércoles 12 del mes en curso falleció mi padre, don Eduardo Arnau, periodista por cincuenta años del diario "La Gaceta" de Tucumán, y quien sembró en mí las inquietudes para poder propulsar el semanario "Cristo Hoy", por lo que me permito compartir estos conceptos con nuestros lectores.

A lo largo de extensa convalecencia de casi veinte años nunca expresó disconformidad de palabras o gestos hacia su enfermedad, muchas veces agravada por distintas contrariedades; nunca lo abandonó el aprecio a la vida, que lo manifestaba en su paz imperturbable, en su sentido del humor, y hasta a veces, cuando las fuerzas vitales se lo consentían, en su canto.

De alguna manera Dios le permitió vivir la bienaventuranza "Felices los que lloran porque serán consolados"; no puede amar el Cielo el que no ama la tierra. ¡Cómo se puede disfrutar de bienes futuros si no se saben descubrir los bienes presentes! Tampoco podríamos decir que puede amar la tierra el que no sabe apreciar el Cielo, porque la vida presente necesita la esperanza que le da sentido y la fuerza al humano peregrinar que la motivación del Cielo procura.

La heroicidad de su largo penar no la llevó solamente con resignación, sino también con paz y hasta con alegría en la medida de sus posibilidades.

Los diarios "La Gaceta" y "Clarín" tuvieron la gentileza de recordarlo en sus páginas. El matutino porteño titulaba "Adiós a un periodista tucumano especialista en temas religiosos". Al respecto, lo recuerdo con un fuerte compromiso eclesial. Ya había participado en 1956 de la reunión del CELAM en Mar del Plata, donde en ese entonces conoció al actual y meritorio director de AICA, don Miguel Woites.

Luego trabajó activamente en Cursillos de Cristiandad en los momentos fundacionales del movimiento, que en la Argentina nació en Tucumán. Colaboraba con distintos sacerdotes en la redacción de artículos periodísticos religiosos, como el padre Juan Carlos Becce, quien escribió en el vespertino tucumano "Noticias" bajo el seudónimo "Severo T. Reta" (Severo te reta), y también con el padre Ricardo Arbó confeccionaba diariamente un boletín de actividades confesionales que se repartía diariamente en todos los medios de difusión por aire y por escrito.

Participó con entusiasmo de la reforma litúrgica conciliar desempeñándose de guía de misas, un oficio para ese tiempo revolucionario.

Personalmente me acompañó en el sacerdocio dedicándome para mi ordenación, y luego para el primer año, y después sucesivamente para los 10, 15, 20, 25 y 30 años, respectivos versos que aludían a mi condición sacerdotal y participando así de mi ministerio, al cual estoy cierto que apoyó con su callada y oculta cruz.

Como persona de gran actuación pública pienso que por momentos había experimentado el olvido de los hombres, pero nunca lo demostró; su vida estaba consagrada a la lectura y a la meditación. Participaba con mucho fervor de misas privadas celebradas por mí. Cuando en una casa de montaña donde a veces acudíamos me correspondía repechar con la silla de ruedas alguna cuesta fatigosa, me decía con todo convencimiento para mis adentros: "No te quejes, llevas a un santo".+