Miércoles 1 de mayo de 2024

Emotiva manifestación de fe ante la Virgen de Concordia en Federación

  • 11 de septiembre, 2023
  • Concordia (Entre Ríos) (AICA)
El obispo local, monseñor Gustavo Zurbriggen, pidió que la Virgen "nos enseñe a imitarla para que seamos bautizados 'en serio', que vivamos el Evangelio en lo cotidiano de la vida".
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La comunidad diocesana de Concordia celebró, el domingo 10 de septiembre, la fiesta patronal de María Inmaculada, patrona de la ciudad, en el centro mariano ubicado en la ciudad de Federación. 

Acompañados por el lema, “María, ayúdanos a descubrir nuestra vocación”, los peregrinos de diversas comunidades parroquiales se congregaron ayer para llevarle sus intenciones y agradecimientos a esa advocación mariana, en la primer fiesta patronal presidida por monseñor Gustavo Zurbriggen, quien inició su ministerio episcopal al frente de esa diócesis hace tan solo unos días.

Luego del canto y la animación de bienvenida, monseñor Zurbriggen presidió la misa central, que fue concelebrada por el obispo emérito, monseñor Luis Collazuol; el párroco de Federación, presbítero Roberto Percara, y por los sacerdotes y diáconos de la diócesis.

En la homilía, el prelado sostuvo: “Venimos a la casa de la Madre para agradecerle, pedirle y contarle de nuestras vidas. También acá queremos fortalecer nuestros lazos de fraternidad para ser cada vez más una Iglesia familia, una Iglesia que ensancha su tienda para acoger a todos con cordialidad y misericordia”. 

“También yo vengo por primera vez como peregrino. Como cristiano y como obispo también, necesito del cuidado maternal de María, y vengo a poner en su corazón mi servicio pastoral entre ustedes”, agregó.

Luego, señaló, “María es para nosotros modelo de creyente, modelo de escucha de la Palabra y modelo de respuesta generosa a un llamado vocacional”. Pero también, manifestó, “Dios nos ha pensado y nos ha creado para una misión. Cada vida humana es sagrada, porque es querida y creada por Dios. Dios tiene una ‘ilusión’, un proyecto para cada ser humano concebido”.

“Hemos recibido una vocación, algunos a ser esposos y padres de familia; otros fuimos llamados a ser sacerdotes o consagrados (…). Pidámosle hoy a la Virgen que nos enseñe a imitarla, para que seamos bautizados ‘en serio’, que vivamos el Evangelio en lo cotidiano de la vida; que seamos esposos y padres que hagan de su vida matrimonial y familiar una pequeña Iglesia, donde se viva y se aprenda la fe y el amor verdadero; que seamos consagrados que testimoniemos la belleza y la alegría de vivir los consejos evangélicos; que seamos sacerdotes que reflejemos la caridad del corazón de Jesús, el Buen Pastor”. 

Seguidamente, monseñor Zurbriggen dedicó unas palabras de manera especial a los jóvenes, a quienes los invitó a descubrir el sueño y proyecto que Dios tiene para sus vidas”. “Recemos mucho para que los jóvenes descubran su vocación, porque Jesús los llama como amigo, para que lo sigan y lo sirvan, sirviendo a sus hermanos”, enfatizó. 

Concluida la misa, se realizó la tradicional procesión de los fieles con la imagen de María Inmaculada, llevada por ellos caminando hacia el templo parroquial, donde el prelado les impartió la bendición a los peregrinos, quienes se dirigieron luego a la costanera de la ciudad para seguir celebrando a María.+

» Texto completo de la homilía