Viernes 16 de mayo de 2025

El sacerdocio no es una carrera, sino una vida y misión que se asume

  • 30 de septiembre, 2012
  • Santa Fe
"El ministerio sacerdotal tiene su fuente en Jesucristo y se expresa sacramentalmente en la Iglesia. Su fuerza no proviene de un mandato recibido del pueblo, sino del poder de Dios. El primero que debe vivir con fe y humildad este misterio es el mismo sacerdote, pero también es un desafío a la fe de los cristianos, que deben descubrir y valorar este camino que Jesucristo ha elegido para comunicarnos la riqueza de la vida de Dios. Sólo en este ámbito de la misión de Jesucristo, podemos comprender el sacerdocio ministerial", dijo el arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, al reflexionar sobre el sacerdocio. El prelado consideró que "sacar el sacerdocio de esta referencia a su persona y misión sería desvirtuarlo", porque, aclaró, "no se trata de una carrera que yo elijo para orientar mi futuro, sino una vida y misión que debo asumir".
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El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, reflexionó sobre el sacerdocio y recordó que "ante todo, debemos decir, que vamos a hablar de una realidad que ha sido pensada y definida en sus rasgos esenciales por el mismo Jesucristo".

"No estamos ante un ministerio que la Iglesia ha creado para cubrir una necesidad, sino ante un hecho a través del cual el mismo Jesucristo, de un modo sacramental único y personal ha querido, diría, seguir ejerciendo su ministerio", explicó.

El prelado consideró que "sacar el sacerdocio de esta referencia a su persona y misión sería desvirtuarlo", porque, aclaró, "no se trata de una carrera que yo elijo para orientar mi futuro, sino una vida y misión que debo asumir".

Tras señalar que "el texto que mejor expresa esta realidad son las palabras del mismo Jesús a los apóstoles: ?Como el Padre me envío a mí, yo también los envío a ustedes?", puntualizó que "este envío no es como un mandato exterior que recibe el sacerdote de Jesucristo, sino un asociarlo a su misma persona y ministerio".

"Cuando el sacerdote dice en la misa: ?Esto es mi cuerpo?, se refiere al Cuerpo de Cristo. El actúa, ?in persona Christi?. La razón de esta verdad es simple, así lo determinó el Señor. Acostumbro a decir que Él se creó un sacramento para seguir actuando, a través de los hombres, en nuestra historia", indicó

El arzobispo santafesino precisó que "lo sacramental implica una dimensión humana que es expresión de la teología de la encarnación, es el modo con el cual Dios actúa. El Hijo de Dios se encarnó, asumió la fragilidad de lo humano. Esto es propio de la fe cristiana", y advirtió que "existe la tentación, en algunas corrientes de espiritualidad, de suprimir lo humano para encontrarnos con Dios".

"Jesucristo llega a nosotros utilizando, diría, materiales de nuestra orilla para comunicarnos la vida de Dios. Esto que habla de la cercanía de Dios es una exigencia para el sacerdote. Al justificar su ministerio apostólico san Pablo utiliza una imagen muy clara: ?Pero nosotros llevamos ese tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que este poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios?", citó.

Monseñor Arancedo sostuvo que "el ministerio sacerdotal tiene su fuente en Jesucristo y se expresa sacramentalmente en la Iglesia. Su fuerza no proviene de un mandato recibido del pueblo, sino del poder de Dios. El primero que debe vivir con fe y humildad este misterio es el mismo sacerdote, pero también es un desafío a la fe de los cristianos, que deben descubrir y valorar este camino que Jesucristo ha elegido para comunicarnos la riqueza de la vida de Dios".

"Sólo en este ámbito de la misión de Jesucristo, podemos comprender el sacerdocio ministerial. Quiero agradecer la vida y la entrega de nuestros sacerdotes, al tiempo que pido al Señor que siga llamando jóvenes para seguir a su Hijo, Jesucristo, en este único y personal ministerio al servicio de los hombres", concluyó.+

Texto completo del micro radial