Viernes 19 de abril de 2024

'El Pastor', un nuevo libro de conversaciones con el papa Francisco

  • 27 de febrero, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Recién presentado en la Argentina, reúne charlas con el Papa durante sus 10 años de pontificado. Su vida personal, el aborto, el capitalismo, el abuso sexual y la política son algunos de los temas.
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Acaba de publicarse en la Argentina “El pastor”, un libro escrito por la ex directora de Ansa en la Argentina, Francesca Ambrogetti, y Sergio Rubín, periodista del diario Clarín. En este segundo volumen sobre la figura de Jorge Mario Bergoglio luego de “El Jesuita”, el enfoque se centra en el magisterio del papa Francisco, en los desafíos enfrentados durante los diez años de su pontificado y en sus perspectivas sobre el futuro.

En el libro, que consta de diecinueve capítulos y un prólogo firmado por el pontífice, los periodistas ofrecen un análisis del magisterio de Francisco a través de diversas entrevistas realizadas a lo largo de 10 años. Se tratan muchos temas: desde la migración hasta la defensa de la vida, pasando por el impacto de las reformas de la Curia romana y el abuso de menores. Sobre este último punto, Francisco subraya que su pontificado "será evaluado en gran medida por cómo ha afrontado este flagelo".

Luego, se habla del matrimonio y la familia, de la amenazada "casa común", del "genio femenino" y del "carrerismo" en la Iglesia. En cuanto a la homosexualidad, el sucesor de Pedro subraya que a "aquellos que han sufrido el rechazo de la Iglesia, quiero hacerles saber que son personas en la Iglesia".

La política es uno de los temas centrales del libro. “Sí, hago política -responde a una pregunta el obispo de Roma- porque todo el mundo debe hacer política. ¿Y qué es la política? Una forma de vida para la polis, para la ciudad. Lo que no hago, ni debería hacer la Iglesia, es política de partidos. Pero el Evangelio tiene una dimensión política, que es transformar la mentalidad social, incluso religiosa, de las personas” para que se dirija al bien común.

Otra cuestión importante en el texto es la economía. Francisco reitera que el faro a seguir es la Doctrina Social de la Iglesia, que no está condenando el capitalismo, sino que es necesario, como indicó Juan Pablo II, seguir una “economía social de mercado”.

Hoy, agrega, priman las finanzas y la riqueza es cada vez menos participativa. “En lo que todos podemos estar de acuerdo es en que la concentración de la riqueza y la desigualdad han aumentado. Y que hay mucha gente pasando hambre”.

El papa luego se detiene en los asuntos financieros del Vaticano, defendiendo la buena fe de la "gran mayoría" de los miembros de la Iglesia. "Pero no se puede negar -aclara- que algunos clérigos y muchos, diría, falsos 'amigos' laicos de la Iglesia, han contribuido a desviar el patrimonio mueble e inmueble, no del Vaticano, sino de los fieles".

Refiriéndose entonces al asunto de la adquisición de una propiedad en Londres, subrayó que fue precisamente en el Vaticano donde se detectó “la compra sospechosa”. “Me alegré -dice el pontífice -porque significa que hoy la administración del Vaticano tiene los recursos para arrojar luz sobre las cosas feas que suceden adentro”.

En cuanto a las relaciones Estado-Iglesia, dice defender “la laicidad del Estado, no la laicidad que, por ejemplo, no permite imágenes religiosas en los espacios públicos”.

Respecto a la Argentina, Francisco destaca que "las acusaciones de peronismo son un lugar común" y llama a los sindicatos a defender la dignidad de los trabajadores y sus derechos. También sostiene que su intención de viajar al país "sigue siendo válida". '”Es injusto decir que no quiero ir'”, indica.

Sobre el acuerdo entre la Santa Sede y China, asegura que es consciente de los problemas y sufrimientos que se viven allí, mostrándose dispuesto a ir al país asiático "mañana, si fuera posible".

Finalmente, confiesa haber tenido crisis de fe, superadas con la ayuda de Dios. “En todo caso -añade- una fe que no nos pone en crisis es una fe en crisis. Así como una fe que no nos hace crecer es una fe que debe crecer”.

Sobre la Iglesia del futuro, explica que la cercanía es la clave de todo. “La Iglesia es madre, y no conozco madres 'por correspondencia'. La madre da cariño, toca, besa, ama. Cuando la Iglesia no está cerca de sus hijos porque está ocupada con mil cosas o se comunica con ellos a través de documentos, es como si una madre se comunicara con sus hijos por carta", lamenta.+