Viernes 22 de noviembre de 2024

El Papa pide solidaridad con Myanmar y Bangladesh, golpeados por ciclón

  • 28 de mayo, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Tras el rezo del Regina Coeli, Francisco invitó a rezar por las más de 800.000 personas afectadas tras el paso devastador del "Mocha" por los dos países. Preocupación con los refugiados rohinya.
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Tras el rezo del Regina Coeli, el Papa Francisco invitó a rezar por las poblaciones de Myanmar y Bangladesh golpeadas por el ciclón 'Mocha', que ha afectado en los últimos días a más 800.000 personas, entre ellas los refugiados de la etnia rohingya, originarios de la antigua Birmania, y foco frecuente de preocupación por parte del pontífice.

“Mientras renuevo mi cercanía a estas poblaciones, hago un llamamiento a los responsables para que faciliten el acceso de la ayuda humanitaria, y apelo al sentido de la solidaridad humana y eclesial para que acudan en ayuda de estos hermanos y hermanas nuestros", expresó.

Como es habitual, el Papa concluyó expresando su "deseo de paz para tantas poblaciones en todo el mundo, especialmente en la martirizada Urania".

Víctimas y devastación
El ciclón Mocha azotó los dos países asiáticos el 14 de mayo, dejando a su paso un rastro de destrucción y muerte. Según las autoridades de Myanmar, las lluvias torrenciales se cobraron 148 vidas, la mayoría pertenecientes a la minoría rohingya del estado occidental de Rakhine; pero según otras fuentes, el número de muertos es mucho mayor.

En Bangladesh, cerca de medio millón de personas, entre ellas miles de refugiados rohingya, lo han perdido todo. Allí, sin embargo, "un sofisticado sistema de gestión de catástrofes" salvó muchas vidas, pero las infraestructuras y las viviendas sufrieron graves daños, declaró Gwyn Lewis, coordinador residente de la ONU en Dhaka.

Las Naciones Unidas han lanzado un llamamiento de emergencia por valor de 333 millones de dólares (309 millones de euros) para el 1,6 millones de personas que se cree que se han visto afectadas por la devastación. Volker Turk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, hizo un llamamiento a la junta militar de Myanmar para que garantice la entrada de ayuda humanitaria, alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad para los habitantes de las regiones que quedaron completamente devastadas por el ciclón.

"Los daños y la pérdida de vidas eran previsibles y evitables, y están claramente relacionados con la negación sistemática de los derechos humanos", afirmó Turk. También denunció que, "durante décadas, las autoridades de Myanmar han privado a los rohingya de sus derechos y libertades, y han atacado implacablemente a otros grupos étnicos, erosionando su capacidad de supervivencia".

El alto precio pagado por los rohingya
El estado de Rakhine alberga a cientos de miles de rohingya, muchos de los cuales viven en campos de refugiados tras décadas de conflicto étnico. "Las comunidades desplazadas sobreviven en estructuras temporales de bambú, algunas desde 2012, mientras el ejército rechaza repetidamente las peticiones de las agencias humanitarias para crear condiciones de vida más sostenibles en zonas menos propensas a las inundaciones", argumentó Turk.

"Es una carrera contrarreloj para proporcionar a la gente un refugio seguro y evitar la propagación de enfermedades transmitidas por el agua", dijo el coordinador de la ONU para Myanmar, Ramanathan Balakrishnan. Por otro lado, un trabajador humanitario de alto nivel, que habló bajo condición de anonimato, dijo a Reuters que los suministros estaban retenidos en almacenes de la capital, Yangon, a la espera de ser autorizados, más de una semana después de la catástrofe.+