El Papa en Colombia: "Todos somos víctimas, inocentes o culpables"

El papa Francisco presidió este viernes el Gran Encuentro de Oración para la Reconciliación en Colombia. El Pontífice pidió perdonar a los agresores, pero también que se sepa la verdad de lo que ocurrió durante el conflicto armado.

El papa Francisco compartió este viernes 8 de septiembre, el Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación nacional, en el parque Las Malocas, en Villavicencio, Colombia.

Junto con más de 6.000 personas, el Sumo Pontífice escuchó el testimonio de víctimas de los 53 años de conflicto armado del país, entre quienes se encontraban militares, agentes de Policía y exguerrilleros. El Santo Padre confesó "que deseaba mucho que llegara este momento".

"Estoy conmovido. Son historias de sufrimiento y amargura, pero también y, sobre todo, son historias de amor y perdón que nos hablan de vida y esperanza; de no dejar que el odio, la venganza o el dolor se apoderen de nuestro corazón", expresó el Papa en su discurso.

"Ustedes llevan en su corazón y en su carne las huellas de la historia viva y reciente de su pueblo, marcada por eventos trágicos pero también llena de gestos heroicos, de gran humanidad y de alto valor espiritual de fe y esperanza", agregó.

Se encontraba ahí, también, la imagen del Cristo de Bojayá que fue testigo y sobreviviente de una de las peores masacres de Colombia, en la que murieron al menos 79 personas a manos de las FARC, en 2002. "Nos reunimos a los pies del Crucificado de Bojayá. Esta imagen tiene un fuerte valor simbólico y espiritual. Al mirarla contemplamos no sólo lo que ocurrió aquel día, sino también tanto dolor, tanta muerte, tantas vidas rotas y tanta sangre derramada en la Colombia de los últimos decenios", señaló Francisco.

Y agregó que la imagen de Cristo mutilado y herido es "más Cristo aún", porque muestra que "Él vino para sufrir por su pueblo y con su pueblo", y "para enseñarnos también que el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia".

"Hay que romper esa cadena que se presenta como ineludible, y eso sólo es posible con el perdón y la reconciliación", aseveró y refiriéndose a los testimonios de los guerrilleros añadió: "Todos, al final, de un modo u otro, también somos víctimas, inocentes o culpables, pero todos víctimas".

Pero además recalcó que en este proceso de reconciliación "resulta indispensable también asumir la verdad. La verdad no debe, de hecho, conducir a la venganza, sino más bien a la reconciliación y al perdón". Y puntualizó que "la verdad es contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos. Verdad es confesar qué pasó con los menores de edad reclutados por los actores violentos. Verdad es reconocer el dolor de las mujeres víctimas de violencia y de abusos".

Finalmente, el Pontífice concluyó pidiendo a los colombianos que "no se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades".

Luego de su discurso, Francisco oró frente a la imagen del Cristo de Bojayá e invitó a los presentes a compartir el gesto de la paz y a rezar la oración por la paz de San Francisco de Asís.

Esta noche el Papa partirá hacia la base militar de Catam, en Bogotá, donde abordará un vuelo hacia Medellín. Allí celebrará mañana, sábado 9 de septiembre, al mediodía, la misa en el aeropuerto Olaya Herrera, visitará el Hogar San José y se encontrará con sacerdotes, religiosos, consagrados y seminaristas en La Macarena.+

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