Sábado 23 de noviembre de 2024

El Papa: 'El político es un servidor, cuando no es un servidor, no es un político'

  • 18 de marzo, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco invitó a los jóvenes a comprometerse con "una política virtuosa" y aseguró que la guerra es el fracaso de la política.
Doná a AICA.org

“La guerra es el fracaso de la política. Se alimenta del veneno que considera al otro como el enemigo. La guerra nos hace ver lo absurdo de la carrera de armamentos y de su utilización para la resolución de conflictos”, afirmó este sábado 18 de marzo el papa Francisco al recibir a los jóvenes del proyecto Policoro, un proyecto orgánico de la Iglesia italiana que intenta dar una respuesta concreta al problema del desempleo en Italia

El Santo Padre recordó en primer lugar el sentido de esta iniciativa, "venir desde abajo", para formarse al servicio de la política y de la sociedad. A través del Proyecto, se pretende afrontar el problema del desempleo juvenil, activando iniciativas de formación para una nueva cultura del trabajo, promoviendo y apoyando el espíritu empresarial de los jóvenes con una óptica de subsidiariedad, solidaridad y legalidad, según los principios de la Doctrina Social de la Iglesia. 

En su discurso subrayó que el tema de la paz "no puede faltar en la formación sociopolítica, siendo particularmente urgente en la situación actual en la que el horror de la guerra urge trabajar por una 'política mejor', que presupone precisamente lo que ustedes están haciendo, es decir, la educación para la paz. Esto es responsabilidad de todos. Hacer la guerra, otra guerra: una guerra interior, una guerra sobre sí mismos para trabajar por la paz”.

La política “destilada”
Constando que hoy por diversas causas -como la corrupción, la ineficacia y el alejamiento de la vida de la gente- la política no goza de buena reputación, Francisco subrayó que son “las personas” las que marcan la diferencia. “Lo vemos -dijo- en las administraciones locales: una cosa es un alcalde o concejal disponible, y otra, uno inaccesible; una cosa es la política que escucha la realidad, que escucha a los pobres, y otra la que se encierra en palacios. La política ‘destilada’.

Al respecto el Santo Padre presentó dos ejemplos bíblicos, uno negativo -el episodio bíblico del rey Ajab que se apodera de la viña de Nabot-, que representa “la peor clase de política”, aquella que no persigue el bien común sino los intereses particulares; y uno positivo -el de José, hijo de Jacob, que al servicio del faraón no se comporta como un amo, sino como un padre-, que representa el interés por el pueblo, el bien común y la justicia. Ejemplos que, dijo Francisco a los jóvenes, “ayudan a comprender cuál es la espiritualidad que puede alimentar la política”. En particular, el Papa destacó dos aspectos: la ternura y la fecundidad. 

La ternura es el amor que se hace cercano y concreto. Es el camino que recorren los hombres y mujeres más valientes y fuertes. En medio de la actividad política, los más pequeños, los más débiles, los más pobres deben enternecernos: tienen ‘derecho’ a tomar nuestras almas y nuestros corazones. 

La fecundidad está hecha de compartir, de mirada a largo plazo, de diálogo, de confianza, de comprensión, de escucha, de tiempo dedicado, de respuestas preparadas y no aplazadas. Significa mirar al futuro e invertir en las generaciones venideras; iniciar procesos en lugar de ocupar espacios. 

Francisco concluyó su discurso proponiendo a los jóvenes a hacer su aporte, a participar y a invitar a sus coetáneos a hacerlo, siempre con vocación y estilo de servicio. El político es un servidor, cuando el político no es un servidor, es un feo político, no es un político.+