El Santo Padre bendijo a las mujeres y pidió un aplauso para ellas: 'Se lo merecen'

Francisco concedió hoy una "bendición especial" a todas las mujeres presentes en la audiencia general. "Tienen la capacidad de percibir la realidad con un ojo creativo y un corazón tierno", dijo.

“En el Día Mundial de la Mujer pienso en todas las mujeres”, dijo el papa Francisco en su saludo en italiano durante la audiencia general de este miércoles 8 de marzo, celebrada en la Plaza de San Pedro. 

“Les agradezco su compromiso con la construcción de una sociedad más humana. Tienen la capacidad de percibir la realidad con un ojo creativo y un corazón tierno. ¡Eso es un privilegio de las mujeres!”, expresó el pontífice

El Papa concedió una "bendición especial" a todas las mujeres que asistieron a su audiencia general. Luego, pidió "aplausos para las mujeres" con el comentario de que "se lo merecen".

La cuestión del papel de la mujer en la iglesia ha recibido una mayor atención en el Vaticano durante los últimos años. Durante el pontificado del papa Francisco, por ejemplo, el número de empleadas del Vaticano aumentó considerablemente, y ahora representan una cuarta parte de la fuerza laboral. 

El Concilio Vaticano II ya dijo en su mensaje final que había llegado la hora "en que la vocación de la mujer pueda desarrollarse plenamente". En 1988, el Papa Juan Pablo II escribió una exhortación apostólica "Sobre la dignidad y la vocación de la mujer" .

Un pensamiento para el pueblo ucraniano
El Santo Padre Francisco invitó también, una vez más, a tener siempre "en el corazón y en la oración" al martirizado pueblo ucraniano, cuyo dolor no debemos olvidar. En particular, dirigiéndose a los fieles polacos, cuyas parroquias y comunidades pastorales celebran retiros espirituales con motivo de la Cuaresma, Francisco dijo: "Que puedan ser un momento de reflexión sobre la calidad de su humanidad y de su cristianismo, para dar frutos de bien, también en favor de las personas que acogen en su país, especialmente los ucranianos".

Que la Cuaresma, subrayó el Papa, "sea un tiempo propicio para revitalizar nuestro dinamismo misionero, para prestar con alegría un servicio al Evangelio y a la humanidad", acogiendo "la invitación de la Iglesia a la conversión y a la penitencia, para anunciar con alegría el Evangelio al mundo". 

"Volver al amor del Padre y a la misión del Hijo y del Espíritu Santo -dijo además a los peregrinos de lengua árabe- nos lleva a reconocer la gratuidad del don de la plenitud de la vida a la que estamos llamados, don por el que alabamos y damos gracias a Dios".+