Viernes 22 de noviembre de 2024

El Papa, a universitarios asiáticos: 'Sean fieles a sus convicciones y a su fe'

  • 21 de junio, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En un encuentro virtual, organizado por la Pontificia Comisión para América Latina y la Universidad Loyola de Chicago, el Santo Padre dialogó con estudiantes de Asia y el Pacífico.
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El Papa Francisco participó, a través de la plataforma Zoom, del cuarto encuentro del ciclo "Construyendo puentes", en esta ocasión con estudiantes universitarios de Asia y el Pacífico, quienes le hicieron preguntas al Santo Padre sobre sobre temas como la soledad, la salud mental, la discriminación contra las mujeres y los grupos LGBTQ por motivos de afiliación u origen religioso. También se trataba del cambio climático, de las numerosas guerras en el mundo y de la esperanza y las posibilidades de paz.

El encuentro, organizado por la Pontificia Comisión para América Latina en colaboración con la Universidad Loyola de Chicago, tuvo lugar el jueves 20 de junio, por la tarde, informó el Vaticano. 

La iniciativa "Construyendo Puentes", una serie de actos centrados en los estudiantes y organizados por la universidad, están inspirados por el llamado del Papa Francisco a la sinodalidad. El primer encuentro tuvo lugar en febrero de 2022, bajo el título "Construyendo puentes Norte-Sur". El segundo, "Construyendo puentes a través de África", tuvo lugar en noviembre de ese mismo año y en él participaron estudiantes de África subsahariana. Este encuentro siguió un modelo similar, pero contó con la participación del Papa.

Entre los participantes en este último encuentro sinodal se encontraban estudiantes universitarios, de diversos campos, de la Universidad Ateneo de Manila (Manila, Filipinas); Universidad Católica Australiana (Brisbane, Australia); Universidad Católica Fu Jen (Taipei, Taiwán); Universidad Sogang (Seúl, Corea del Sur); Universidad Sophia (Tokio, Japón); Universitas Sanata Dharma (Yogyakarta, Indonesia). También participaron estudiantes de Singapur, Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea, naciones que el Santo Padre visitará durante su viaje apostólico a Asia y Oceanía en septiembre. 

Pide a otros que te ayuden en tu vulnerabilidad
El Papa Francisco se unió al encuentro, saludó calurosamente a los presentes en español y se disculpó por llegar un poco tarde debido a cierta confusión con su agenda. Los grupos de estudiantes fueron presentados al Papa y le ofrecieron reflexiones, a las que el Santo Padre, a su vez, ofreció sus consejos, inquietudes y sugerencias.

El pontífice habló al primer grupo sobre el sentimiento de pertenencia a la sociedad y cómo nuestra "pertenencia" aumenta nuestra seguridad en nosotros mismos y nuestra propia dignidad humana.

Todos estos factores, señaló, "nos salvan de la vulnerabilidad, porque hoy los jóvenes son muy vulnerables. Debemos defender siempre este sentido de pertenencia para protegernos de la vulnerabilidad". 

"Mira dónde eres más vulnerable y pídele a alguien que te ayude", dijo.

"La grandeza de las mujeres nunca debe olvidarse"
El Papa también habló de salud mental, discriminación, estigmas e identidad, y llamó a dar testimonio y seguir adelante.

"No pierdan su propia identidad", dijo, animando a todos los presentes a cooperar siempre unos con otros y permanecer unidos. El Papa condenó todos los estigmas que menosprecian la dignidad humana. Lamentó que a las mujeres en ocasiones se las considere ciudadanas de segunda, lo cual, recordó, no es cierto.

"No se debe olvidar la grandeza de las mujeres. Las mujeres son mejores que los hombres en términos de su visión y su capacidad para construir comunidades", dijo, al tiempo que elogió las cualidades y competencias especiales exclusivas de las mujeres. 

No a la exclusión y los estigmas
Francisco llamó a los estudiantes a mostrar cercanía y amor a los demás y a no excluir nunca. Recordando las palabras de una estudiante que habló de género y mencionando también la alta tasa de VIH en Filipinas, el Papa dijo: "Debemos asegurarnos de que la asistencia sanitaria esté preparada para tratar y ayudar a todas las personas, sin exclusión".

El Obispo de Roma también habló de una educación eficaz, que, a su juicio, requiere "educar" y "coordinar" nuestros "corazones, mentes y manos". Así es como debemos educar a los jóvenes, afirmó, señalando que esta dinámica nunca debe olvidarse.

Corazones conectados con la oración y otros
Francisco también reconoció a los estudiantes cuán difícil puede ser para los jóvenes cristianos participar y "pertenecer" a la sociedad. Ante esta realidad, los instó a aferrarse a la fe y a mantener el corazón conectado a la oración. Hacerlo, dijo el Papa, ayudará en este sentido y les permitirá relacionarse siempre y de manera más efectiva con los demás.

Rechazar el cristianismo diluido y mantenerse fiel a la fe
El Santo Padre abordó luego el hecho de que en algunas ocasiones los jóvenes son objeto de burla o desafío por su fe.

"Estén siempre firmemente convencido de sus propias convicciones", aconsejó, al tiempo que advirtió contra el aislamiento, que, advirtió, puede conducir a malos hábitos y problemas. Al respecto, el Papa subrayó la importancia de ser educados en la fe y de ser cristianos auténticos y "reales".

"La cuestión es esta: los cristianos han sido perseguidos desde el principio", afirmó, destacando la realidad de que este fenómeno no es nada nuevo.

"Si bien puede resultar tentador tener un cristianismo diluido y tibio", dijo el Papa, no podemos ceder ante ello. Más bien, apeló, "debemos ser sólidos y vivir una especie de martirio, en este sentido".

La "enfermedad de la ideología"
Finalmente, el Papa pidió una mayor conciencia sobre las tragedias del pasado, para aprender lecciones para el futuro y trabajar por la paz.

"La ideología es una enfermedad", afirmó, al tiempo que instó a todos los pueblos a construir la armonía y promover el diálogo con otras culturas.

"No a la guerra", dijo, pidiendo paz. "En un mundo desesperado y sin esperanza, debemos apelar a nuestros valores", explicó, invitando a los estudiantes presentes a trabajar en ello antes de agradecerles su esfuerzo.

El Papa Francisco concluyó agradeciendo a los estudiantes por sus reflexiones, diciéndoles que le ayudaron a comprenderlos, especialmente mientras se prepara para su viaje a su región a principios de septiembre y finalmente los bendijo.

La construcción de puentes comienza con cada uno de nosotros
A la iniciativa colaboraron varias oficinas vaticanas, entre ellas la Secretaría General del Sínodo, el Dicasterio para la Comunicación, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Dicasterio para la Educación y la Cultura y la Sección para la primera evangelización y la nueva Iglesias particulares.  

Antes de que el Santo Padre se uniera al diálogo, el encuentro comenzó con presentaciones de los organizadores, incluida la secretaria de la Comisión Pontificia para América Latina, la argentina Emilce Cuda y mensajes en video del cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos y la Familia del Vaticano. Vida, seguida de la de monseñor Luis Marín de San Martín, OSA, subsecretario del Sínodo de los Obispos.

El cardenal Farrell llamó a los estudiantes a seguir el ejemplo de Jesús de construir puentes, y les recordó que mientras viven la realidad privilegiada de ser estudiante universitario, hay un mundo marcado por el odio, la guerra y el sufrimiento. Ante esto, invitó a los siguientes a practicar la bondad, el cuidado y la comprensión a nivel personal, ante todo, porque de lo contrario, lamentó, no podemos esperar que los de niveles superiores hagan lo mismo.

Monseñor Marín ofreció palabras de aliento en las que invitó a los presentes, en un momento de esperanza y renovación, a "crear vínculos, derribar muros y construir puentes". 

Mientras los participantes esperaban la llegada del Papa, la doctora Cuda también leyó una carta del prefecto del Dicasterio Vaticano para la Cultura y la Educación, el cardenal José Tolentino de Mendonça, en la que reconocía que construir puentes puede ser un desafío y enfrentar dificultades y resistencia, pero que siempre vale la pena, porque vive el amor que Jesús nos enseñó.+