Miércoles 30 de octubre de 2024

El Obispado castrense celebró su 67° aniversario

  • 1 de julio, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
Con una misa de acción de gracias presidida por el obispo, Mons. Olivera, los fieles castrenses celebraron, además, los 41 años de la consagración de la catedral Stella Maris, ubicada en Retiro.
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El obispo castrense de la Argentina, monseñor Santiago Olivera, presidió el 28 de junio la misa en acción de gracias por el 67° aniversario del Obispado castrense de la Argentina y por el 41° aniversario de la consagración de la iglesia Stella Maris, catedral de ese ordinariato.

"Renovamos el propósito de responder al pedido del Señor y acoger la misión de seguir 'sirviendo a los servidores de la Patria', desde nuestra propia identidad de ministros", expresó el prelado ante los fieles castrenses de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas Federales de Seguridad presentes en la sede episcopal, ubicada en el barrio de Retiro de la Ciudad de Buenos Aires.

La Eucaristía fue concelebrada por el encargado de negocios interino de la Nunciatura Apostólica, monseñor Daniele Liessi, y por capellanes de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Federales de Seguridad.

En la homilía, monseñor Olivera sostuvo que "conmemorar el 67° aniversario de la creación del vicariato castrense, hoy Obispado, nos da la posibilidad de detenernos y, haciendo una mirada reflexiva del tiempo transcurrido, de poder reconocer los motivos de gratitud y los desafíos que se nos presentan. También recordamos que un día como hoy, de hace 41 años, el entonces nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Ubaldo Calabresi, consagraba este templo catedral".

"Para nuestra Iglesia Castrense, este día es celebrado como fiesta y, para nuestra iglesia catedral, como verdadera solemnidad. Pero la Palabra que hemos proclamado he querido que fuera la misma que correspondía a este día, porque nos habla de la fe. Y es en la fe donde debemos ahondar y profundizar, es la fe la que con nuestros actos debemos manifestar", consideró.

A continuación, el obispo castrense citó un libro del difunto obispo monseñor Justo Laguna, tituladoLuces y sombras de la Iglesia que amo, y destacó: "La Iglesia es, por excelencia, la presencia del Reino de Dios aquí y ahora en este mundo, donde crecen juntos trigo y cizaña, y donde sale el sol sobre justos y pecadores".

"De esos frutos buenos, del trigo que resplandece y alimenta el espíritu, puedo citar dos, de los tantos que podríamos nombrar: el siervo de Dios coronel Argentino del Valle Larrabure, hombre de fe y de palabra, que amó a Dios y a la Patria hasta el fin, entregando y derramando su sangre por encarnar el Evangelio, amando aún a los que le hacían mal, a sus enemigos; y el venerable siervo de Dios Enrique Shaw -antiguo oficial de la Armada-, esposo y padre de una numerosa familia, luego empresario ejemplar, con auténtica vocación de servicio, que trabajó por el desarrollo y la dignidad de sus empleados y obreros", planteó.

A su vez, señaló que "la figura de esos hombres grandes y testigos valientes de la fe nos animan en el camino y misión recibida de Jesús. Nos suscitan una gratitud inmensa al Señor que -como buen capitán- guía la barca de su Iglesia por el extenso territorio de nuestra nación y más allá de sus fronteras, donde -como Iglesia castrense- estamos presentes".

Sin embargo, monseñor Olivera instó a preguntarse hasta dónde cala hondo el Evangelio, teniendo en cuenta "una realidad desafiante, no solo de las Fuerzas, sino también en nuestra misión evangelizadora".

Al respecto, indicó que "nos toca asumir y 'darnos por aludidos', tomando las noticias recientes y que involucran a miembros de las Fuerzas. Como el caso que nos conmociona del pequeño Loan de Corrientes, donde un miembro retirado de la Armada se encuentra detenido; o la insistencia en los mal llamados 'bautismos' de finalización de estudios y cursos, que atentan contra la salud y la vida de varios jóvenes: de hecho, no hace mucho lamentábamos la muerte de uno de ellos, a causa de estas prácticas. Practicas respaldadas por el 'siempre se hizo así', como así también, lamentablemente, hemos visto la clara 'cosificación' de la mujer en ciertos 'festejos' por el Día del Padre, cuyos videos se han hecho virales".

"Porque nos sabemos enviados y con la presencia de un Superior Mayor, cuyas palabras consuelan y fortalecen, acatamos ese mandato del amor, como una orden de vida que da vida y esperanza", concluyó el obispo.+