El obispo castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad invitó a "recuperar el corazón de carne, que lata con una gran empatía, con misericordia y con gran fraternidad" hacia los detenidos.
"Sufrimos por cada miembro de nuestras instituciones que muere", expresó el obispo castrense. "Lamentamos que todavía vivamos este tipo de violencia, quiera Dios que podamos vivir en paz", pidió.
El obispo castrense y para las Fuerzas Federales de Seguridad presidió la misa por los Fieles Difuntos en la catedral Stella Maris, sede del ordinariato, donde valoró también la fe en la resurrección.
Lo hizo por "su heroísmo y amor incondicional a la Patria". Fue en el marco de la presentación de un libro sobre el siervo de Dios y de una visita pastoral de Mons. Olivera a Mendoza y San Luis.