Catequesis del Papa: 'Aprendamos de la fe y la esperanza de los Magos en el Niño Jesús'

Francisco compartió la catequesis preparada para la Audiencia General de los miércoles, mientras permanece hospitalizado para recibir tratamiento por una neumonía bilateral en el Policlínico Gemelli.

Mientras el Papa Francisco recibe atención médica en el Hospital Gemelli de Roma por una neumonía bilateral, ha invitado a los fieles a abrazar la alegría incontenible del Nacimiento del Niño Jesús, siguiendo el ejemplo de los Reyes Magos.

Dado que su equipo médico le ha ordenado reposo absoluto, el Papa le pidió a la Oficina de Prensa de la Santa Sede que publique el texto que había sido preparado para su Audiencia General de los miércoles.

En su catequesis, el sucesor de Pedro se centró en la visita de los Reyes Magos al Recién Nacido, mientras continuó explorando los relatos evangélicos que narran la infancia del Señor.

Llenos de alegría incontenible
El Papa examinó el camino y la visita al Niño Jesús, subrayando la presencia de la estrella que los conduce hacia Él. Esto, observó, es un signo de que la Creación y la palabra profética "son el alfabeto" con el que Dios habla y se deja encontrar.

"La visión de la estrella", escribió, "suscita en aquellos hombres una alegría incontenible, porque el Espíritu Santo, que mueve el corazón de quien busca a Dios con sinceridad, también lo llena de alegría".

De hecho, al entrar en la casa, los Magos -según observó el obispo de Roma- se postraron, adoraron a Jesús y le ofrecieron dones preciosos, "dignos de un rey, dignos de Dios".

Adoración a Dios en el Niño
"¿Por qué?, ¿qué ven? Un autor antiguo escribe que ven 'un humilde cuerpecito que el Verbo ha asumido, pero la gloria de la divinidad no se les oculta. Ven a un Niño, pero adoran a Dios'", planteó, añadiendo: "Así, los Magos se convierten en los primeros creyentes entre todos los paganos, imagen de la Iglesia recogida de todas las lenguas y naciones".

"Queridos hermanos y hermanas", animó el Papa, "también nosotros nos ponemos en la escuela de los Magos, estos peregrinos de la esperanza que, con gran valentía, dirigieron sus pasos, su corazón y sus bienes hacia Aquel que es la esperanza, no sólo de Israel, sino de todos los pueblos".

"Aprendamos -escribió- a adorar a Dios en su pequeñez, en su realeza que no aplasta, sino que nos hace libres y capaces de servir con dignidad".

Francisco concluyó su catequesis invitando a los fieles a ofrecer también al Niño Jesús los dones más bellos, para expresarle nuestra fe y nuestro amor.+