Cáritas permanece junto al pueblo ucraniano aún en las zonas más remotas del conflicto
- 6 de abril, 2022
- Roma (Italia) (AICA)
Cáritas Ucrania y Cáritas Spes-Ucrania, están junto a la población desde los primeros momentos y nunca la abandonaron, incluso cuando los intensos bombardeos obligaron a cerrar algunos centros.
A más de un mes después del inicio del conflicto en Ucrania, Cáritas Internationalis insta a que se ponga fin a las hostilidades y se garantice la ayuda humanitaria sin obstáculos.
“Los intereses políticos no pueden seguir prevaleciendo a costa de todo un pueblo, que necesita urgentemente ayuda humanitaria. Nos unimos a los reiterados llamamientos del Santo Padre para que la “aborrecible” guerra en Ucrania termine inmediatamente y se ponga fin al sufrimiento de la población mediante una solución pacífica”, afirmó Aloysius John, secretario general de Cáritas Internationalis.
La Confederación de 162 organizaciones nacionales de Cáritas de todo el mundo, subraya también la importancia de tener en cuenta el dramático impacto del conflicto de Ucrania en países donde las crisis se prolongan desde hace meses y años y ahora están tristemente olvidadas.
El balance del primer mes de guerra en Ucrania es de al menos 2.421 víctimas civiles, 3.389.044 refugiados –de los que al menos 1,5 millones son niños– y casi 6,5 millones de desplazados internos.
“Las dos organizaciones Cáritas ucranianas –Cáritas Ucrania y Cáritas Spes-Ucrania– estuvieron junto a la población desde los primeros momentos y nunca la abandonaron, incluso cuando, como en el caso de Mariupol, los intensos bombardeos obligaron a cerrar algunos centros locales”.
Hasta la fecha, Cáritas prestó asistencia humanitaria a varios cientos de miles de personas sólo en Ucrania, con más de 23.500 comidas y 5.100 equipos de higiene personal distribuidos cada día. Todas las organizaciones Cáritas de los países vecinos –incluyendo Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumanía y Moldavia– están en primera línea, ayudando a millones de refugiados que huyen de la guerra, con el apoyo de otros miembros de la Confederación.
Cáritas y la Iglesia son de las pocas instituciones que quedan al lado de la población ucraniana, y su presencia en las comunidades de base les permite llegar incluso a las zonas más remotas del conflicto.
“Por ello, nuestra Confederación exhorta a los Estados y a las agencias internacionales a que apoyen a las ONG y a las organizaciones confesionales que están en primera línea respondiendo a la crisis humanitaria, prestando sus servicios con la ayuda y garantizando la protección en Ucrania”.
Garantizar la evacuación de las personas más vulnerables
Cáaritas Internationalis pide a las partes implicadas que garanticen la evacuación segura de los grupos vulnerables, especialmente los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad. Hay que prestar ayuda a las personas necesitadas y refugiados sin ningún tipo de discriminación por razón de nacionalidad.
Cáritas Internationalis también reitera su llamamiento para que se proteja a las mujeres y los niños que se desplazan, que representan casi el 90% de los refugiados que huyen de Ucrania y que corren un gran riesgo de convertirse en víctimas de la trata de seres humanos.
Las organizaciones locales de Cáritas informaron también de que existen grupos de delincuencia organizada, a ambos lados de la frontera y dentro de los países de acogida. Las víctimas suelen ser engañadas con la oferta de transporte a otros países y de alojamiento en casas particulares. Las Cáritas y las ONG activas en las fronteras ya están movilizando su red de lucha contra la trata de personas para estar alertas, vigilar la situación y proteger a las personas vulnerables. “Recomendamos encarecidamente que los Estados pongan en marcha y refuercen los mecanismos de salvaguardia y protección, para defender a los inmigrantes de los traficantes de personas”, añade John.
Por último, la Confederación exhorta para que no se olviden las graves consecuencias que el conflicto ucraniano tiene y tendrá en muchos países del mundo, donde ya se están produciendo graves crisis. “La guerra en Ucrania tendrá un impacto dramático en términos de inseguridad alimentaria. Por ejemplo, en Siria, el precio de un alimento básico como el pan se ha disparado. Si el Covid-19 aumentó, en 130 millones, el número de personas en riesgo de carestía en el mundo, esta guerra probablemente aumentará el número de personas en riesgo de hambre en la misma cifra, si no más”.+