Card. Krajewski en Ucrania: 'Que esta sea la última Navidad de guerra'
- 27 de diciembre, 2024
- Kiev (Ucrania) (AICA)
El limosnero papal visitó la ciudad de Fastiv, después de abrir un comedor social en la zona. En Nochebuena, junto con el nuncio apostólico, visitó la ciudad de Járkov, devastada por la guerra.
A pesar del conflicto en curso en Ucrania, el limosnero del Papa, cardenal Konrad Krajewski, y el nuncio apostólico en Ucrania, Visvaldas Kulbokas, celebraron la misa de Navidad en las aldeas más afectadas por la guerra en Ucrania. El cardenal Krajewski también inauguró un comedor de beneficencia en la ciudad de Fastiv, ubicada 80 kilómetros al suroeste de Kiev.
Continuando una misión
La misión del cardenal Krajewski, sin embargo, no terminó. La nueva etapa comenzó con el regalo por parte del Papa Francisco de un nuevo vehículo médico para la ciudad de Lviv y de 6.000 aparatos de ultrasonido para los hospitales dañados por el fuego enemigo. El Papa se mantiene siempre informado sobre las iniciativas y la situación en general en el país eslavo.
Cuando el cardenal Krajewski llegó a Kiev el 23 de diciembre, el Santo Padre lo llamó. "Quería saber cómo iba la misión, que, como sabemos, es un poco peligrosa", explicó el cardenal.
Llevando la Navidad a todos
En la ciudad de Fastiv, de 60.000 habitantes, el cardenal Krajewski y el nuncio apostólico fueron recibidos con una actuación navideña protagonizada por niños de la zona. Muchos de ellos eran alumnos de la escuela de música y ahora son huérfanos a causa de la guerra; recibieron osos de peluche gigantes como regalo de Navidad.
Ese mismo día, el limosnero papal se reunió con personas mayores en una "casa social" y con muchos enfermos. Participó, junto con ellos, de una "costumbre para desear feliz Navidad", que consiste en partir con las manos panes blancos.
La casa, el Centro San Martín de Porres, está gestionada por los frailes dominicos y, en ella, "han encontrado refugio muchos refugiados" y "son muchos los voluntarios que llevan comida, que vienen de Jersón y otras ciudades". Desde hace casi 20 años, el centro acoge a niños enfermos, madres solteras, personas sin hogar y ancianos.
Que 2024 sea la última Navidad de la guerra
Para cerrar el día, el cardenal Krajewski inauguró un comedor de beneficencia, que había estado cerrado en el centro mencionado desde 2009, al que calificó de especial importancia para los pobres y los refugiados. Voluntarios de todas partes, muchos de Polonia, se reúnen para trabajar en ese comedor.
El cardenal expresó el deseo del Papa de compartir el mensaje navideño con las comunidades de las zonas afectadas por la guerra. "Esperamos que esta sea la última Navidad de guerra", dijo, animando a todos a seguir rezando. "La fe y la oración pueden mover montañas", subrayó monseñor Krajewski. "Por eso, si confiamos en Dios, esta guerra absurda terminará", agregó.
Milagros de hoy
El limosnero papal reflexionó sobre el pasaje evangélico de la alimentación de los 5.000. Recordó las palabras de Jesús: "Dadles vosotros de comer". Explicó que el "ustedes" somos todos nosotros, la Iglesia entera, todos los creyentes y todos los pueblos del Evangelio.
"Esto es lo que está sucediendo en Fastiv", explicó el cardenal, destacando la generosidad de la gente. Señaló que todos los días alguien trae pan, arroz, pasta y carne, y no falta nada. "Estos", explicó, "son los milagros de hoy".
Misa de Nochebuena
El 24 de diciembre, Nochebuena, los dos enviados visitaron la diócesis de Járkov, donde celebraron la Eucaristía. Al finalizar la celebración, Krajewski declaró: "Desde el lejano pero muy cercano Vaticano les traigo el saludo y el abrazo del Santo Padre, el Papa Francisco. El Santo Padre deseaba encarecidamente que celebrara la Navidad con ustedes aquí en Járkov. El Papa está con ustedes y reza cada día por la amada y atormentada Ucrania. No sólo orar, sino también ayudar".
El cardenal vinculó su visita al inicio del Año Jubilar: "Hoy, en Roma, el Papa abre la puerta del Año Santo: la puerta de la esperanza. Y todos nosotros, en el mundo, esperamos que esta guerra absurda finalmente termine. Porque cuando Dios nace, el poder del mal se debilita. Realmente necesitamos paz hoy, especialmente en nuestros corazones. Si está en nuestros corazones, se hará realidad en Ucrania".
"¡La oración es un arma que puede mover montañas!", añadió el limosnero. "Si la fe se une a la oración, entonces realmente podremos superar cualquier obstáculo. Les traigo la bendición del Santo Padre para este momento difícil".
Después de la bendición, se distribuyeron entre los fieles iconos del Papa Francisco. El cardenal animó a todos a hacer de estas imágenes un signo de unidad entre el Papa y la Iglesia en Ucrania. Al finalizar, el cardenal dio una bendición solemne a todos los presentes en la iglesia y a quienes se conectaron a través de los medios de comunicación. "Esta bendición fue particularmente conmovedora para la unidad con el Santo Padre y con toda la Iglesia", se lee en la nota difundida por la diócesis.
Desafortunadamente, unas horas más tarde, el mismo día de Navidad, Járkov fue alcanzada por un ataque masivo con misiles. Efectivamente, la Fuerza Aérea de Ucrania informó acerca del lanzamiento de misiles de crucero Kalibr desde el Mar Negro, sin que inicialmente estuviera claro su destino.+