Miércoles 17 de abril de 2024

"Acepto estudiar a fondo los alcances del diaconado femenino", dijo el Papa

  • 12 de mayo, 2016
  • Ciudad del Vaticano
Unas 900 religiosas de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), se reunieron hoy con el papa Francisco en el aula Pablo VI. Respondiendo a las preguntas de las religiosas, el pontífice afirmó que se podría crear una comisión que estudie la cuestión del diaconado de las mujeres y aclare los motivos por los cuales no se les permite a las consagradas la homilía de la misa. Son dos de los muchos temas delicados a los que respondió el papa Francisco durante el encuentro con la UISG.
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Unas 900 religiosas de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), se reunieron hoy con el papa Francisco en el aula Pablo VI. Respondiendo a las preguntas de las religiosas, el pontífice afirmó que se podría crear una comisión que estudie la cuestión del diaconado de las mujeres y aclare los motivos por los cuales no se les permite a las consagradas la homilía de la misa. Son dos de los muchos temas delicados a los que respondió el papa Francisco durante el encuentro con la UISG.

La Unión Internacional de Superioras Generales está realizando en Roma su XX asamblea plenaria, que inició el pasado lunes 9 de mayo y concluye en la tarde del viernes 13, con la presentación del plan estratégico y con una misa celebrada por el cardenal João Braz de Aviz.

Durante el diálogo, el Papa invitó a las consagradas a evitar los riesgos del feminismo y de la servidumbre en la Iglesia en lugar del servicio.

El primer tema al que se refirió el pontífice fue a la presencia de las mujeres en los procesos de toma de decisiones de la Iglesia. El Papa señaló el aumento de responsabilidades en los distintos niveles de parte de personalidades femeninas y esto se debe a que -señaló- la mirada de una mujer puede contribuir a enriquecer sea el proceso de elaboración de una decisión o la ejecución.

Durante el intercambio de preguntas y respuestas, las religiosas le preguntaron al Papa por qué la Iglesia excluye a las mujeres de servir como diáconos. Las religiosas explicaron al Pontífice que las mujeres servían como diaconisas en la Iglesia primitiva y le preguntaron: "¿Por qué no constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión?".

El Pontífice respondió que ya había hablado una vez hace algunos años sobre ese tema "con un profesor bueno y sabio", que había estudiado el papel de las diaconisas en los primeros siglos de la Iglesia. Francisco había explicado que no era todavía claro qué papel tuvieron tales diaconisas. "¿Qué eran estos diaconados femeninos?", recordó el Papa haber preguntado al profesor. "¿Tenían ordenación o no?". "Era un poco oscuro", dijo. "¿Cuál era el papel de la diaconisa en aquel tiempo?", "¿Constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión?", preguntó el Papa en voz alta. "Creo que sí. Sería por el bien de la Iglesia clarificar este punto. Estoy de acuerdo. Hablaré para hacer algo por el estilo". "Acepto", dijo el Papa luego. "Me parece útil tener una comisión que lo aclare bien".

En la audiencia, el Papa les recordó también la necesidad de evitar una especie de comercio para dar los sacramentos, y les instó a custodiar el valor de la pobreza que protege de los errores y de la pérdida de carismas, aunque reconoció que no hay que menospreciar la administración de los bienes.
El Santo Padre advirtió también del peligro de volverse una activista social o una momia, porque cada consagrada debe tener una vida mística.

Francisco, dirigiéndose a las presentes reunidas en el Aula Pablo VI, concluyó invitando a dar un espacio justo al reposo, a consultar a las hermanas ancianas o a las enfermas atendidas en los conventos porque, dijo, son la memoria del Instituto, con su experiencia y sabiduría.

Mujeres "valorizadas" no "clericalizadas"
El tema del diaconado femenino no es nuevo y fue propuesto una vez más en tiempos recientes.

Juan Pablo II respondió en 1994 a la apertura anglicana con la carta "Ordinatio sacerdotalis" y negó categóricamente la posibilidad del sacerdocio femenino en la Iglesia Católica. Fue el cardenal Carlo Maria Martini quien habló de la posibilidad de estudiar la instrucción del diaconado para las mujeres, que no menciona en el documento papal.

El entonces arzobispo de Milán dijo: "En la historia de la Iglesia han existido las diaconisas, por lo que podemos pensar en esta posibilidad". Algunos historiadores de la Iglesia antigua subrayaron que las mujeres entonces eran admitidas en un particular servicio diaconal de la caridad que se diferencia del diaconado actual, entendido como el primer grado del sacerdocio.

Asimismo el papa Francisco habló más de una vez sobre la necesidad para la Iglesia Católica de valorizar el papel de la mujer, pero siempre evitó presentar esta valorización como una forma de "clericalización" de las mujeres. "Es algo que no sé de dónde ha salido ?dijo en diciembre de 2013, en la entrevista con La Stampa a propósito de unas declaraciones sobre mujeres cardenales. Las mujeres en la Iglesia deben estar valorizadas, no ?clericalizadas?. Quien piensa en mujeres cardenales sufre un poco de clericalismo", afirmó.

La UISG es una organización aprobada canónicamente, un foro internacional donde las superioras generales pueden compartir sus vivencias, intercambiar información y enriquecerse con sus experiencias de líderes.

En esta plenaria, titulada ?Tejer la solidaridad global a favor de la vida?, se quiere abordar el tema a partir de diversos ángulos: el cuidado del planeta, los grandes problemas del mundo, la vida religiosa, la solidaridad y de qué manera vivirla.

Durante esta asamblea que coincide con el 50 aniversario de la fundación de la UISG, nacida el 8 de diciembre de 1965, "recorreremos momentos importantes de nuestra historia y miraremos hacia el futuro comunicando los primeros frutos de la planificación estratégica" aseguran los organizadores.