El Patriarca Latino de Jerusalén emitió un llamamiento urgente, pidiendo ayuda para afrontar la crisis desatada por la guerra en Gaza, la cual tiene repercusiones en toda la región.
Los líderes espirituales, junto con el arzobispo de Canterbury, condenaron el bombardeo de la iglesia ortodoxa de San Porfirio, ubicada en Gaza.
La Unión Internacional de Superioras Generales adhirió a la jornada de ayuno y oración convocada por el Patriarcado de Jerusalén y prevista para el martes 17 de octubre. El Papa llamó a sumarse.
El sacerdote argentino, Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia de Gaza, notificó sobre el estado actual de su comunidad en medio de la guerra.