Los líderes de las Iglesias en Tierra Santa se reunieron allí con Isaac Herzog y con la policía israelí, para garantizar la adopción de las medidas necesarias para evitar nuevos incidentes.
Fue en un llamamiento de la Comisión Justicia y Paz de la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa, en el que se pidió el fin de las provocaciones y actos de vandalismo hacia los cristianos.
Los líderes de la iglesia en Jerusalén expresaron su enojo por la decisión de la policía local de limitar el número de fieles durante esas ceremonias.
Francisco expresó su preocupación por la situación en Jerusalén y en Gaza, tras los asesinatos de palestinos en acciones militares antiterroristas israelíes y de judíos al salir de una sinagoga.