Los obispos de Venezuela pidieron al régimen de Nicolás Maduro el cese de la represión a quienes se manifiesta en forma pacífica y denunciaron el recrudecimiento de la violencia en el país en el marco de la "Operación libertad" convocada por el autoproclamado presidente Juan Guaidó.
En un comunicado publicado este 1 de mayo, el obispo de San Cristóbal y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Mario Moronta, denunció que "esta tarde, una horda de Guardias Nacionales Bolivarianos, GNB, atacaron el templo de Nuestra Señora de Fátima. La misa estaba terminando "cuando miembros de la GNB ingresaron en moto dentro del templo y lanzaron bombas lacrimógenas", y agrega el comunicado "este hecho vil habla de la intencionalidad de los atacantes que no tienen el menor respeto a la dignidad humana y ni siquiera manifiestan tener temor de Dios".
La Conferencia Episcopal de Venezuela puso "en manos de Dios" la situación actual de incertidumbre en el país caribeño, tras la puesta en marcha de la "Operación Libertad" del autoproclamado presidente Juan Guaidó y convocando a los venezolanos a salir a las calles.
En estos días miles de venezolanos están buscando agua donde sea. A causa de los apagones, las bombas que proveen de agua potable a las ciudades no funcionan y las personas están recogiendo agua de algunos manantiales que parecen ser limpios pero que, en realidad, son el retorno de aguas servidas de la ciudad. En medio de este contexto inhumano, la comunidad salesiana de la localidad de Los Teques, habilitó dos tomas de agua para surtir a las comunidades cercanas.