"Francisco se conmueve, pide perdón, expresa su vergüenza, se inclina, abraza y consuela. Es un viaje espiritual que nos interpela e impulsa como humanidad", aseguró el arzobispo sanjuanino.
El diácono Gabriel Alejandro Lima y el acólito Rodríguez Sáenz Peña fueron ordenados sacerdote y diácono respectivamente, por el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano.
El arzobispo de San Juan invitó a reconocer la ancianidad como "una estación para seguir dando frutos" e invitó a leer el mensaje papal para la II Jornada Mundial de los Abuelos y los Adultos Mayores.
El arzobispo de San Juan de Cuyo manifestó la "alegría para la Iglesia Argentina" que significa la beatificación de los mártires del Zenta.