Las familias son esclavizadas debido a la pobreza: primero se les ofrece un préstamo y luego, como no pueden pagarlo, se las obliga a trabajar en los hornos de ladrillos del prestamista.
El diocesano, Mons. Pedro Laxague, y el auxiliar, Mons. Justo Rodríguez Gallego, llamaron a "crecer en el amor y a hacer el bien a los demás".
El obispo de Villa María llamó a vivir esta fiesta con humildad, lo que "llenará nuestra alma de paz" y, así, "colaboraremos con la paz en nuestras familias, nuestra patria y en la Iglesia".
Después de participar en las celebraciones navideñas y llevar los saludos del Papa al pueblo que sufre la guerra, el limosnero papal regresa al Vaticano este miércoles 27.