Francisco pidió respetar "toda vida humana, empezando por la de niño no nacido en el seno materno, que no puede ser suprimida ni convertirse en un producto comercial".
Durante el Ángelus en la fiesta del Bautismo del Señor, el Papa recordó a los fieles que se trata de "un verdadero don de la vida divina y eterna, un acontecimiento de gracia y de comunión con Dios".
En la Fiesta del Bautismo del Señor, Francisco bautizó a 16 niños en la Capilla Sixtina. En su homilía, destacó el "regalo" que significa la fe para los menores.
En sus llamamientos después del Ángelus, Francisco manifestó su cercanía a la población de la República del Congo afectada por las inundaciones y saludó a los cristianos orientales por Navidad.