"Volver a evocar la presencia de Dios en nuestra vida es para nosotros motivo de fortalecimiento interior y de confirmación en su seguimiento", subrayó el arzobispo de Mendoza.
"Ojalá que Jesús nos haya arrancado la misma confesión que a Simón Pedro: 'Señor, ¿a quién iremos?'", expresa el obispo de San Francisco en su reflexión semanal.
La obra, editada por Claretiana, es la expresión esencial y profética del arzobispo porteño. En ella, el prelado ahonda en sus homilías y pone en valor la alegría en confluencia con la esperanza.
El obispo de San Isidro destacó que "la fe se expresa en ese comer el Pan de vida, y ese comer el Pan de vida me compromete con la carne de Jesús y con la carne de mi hermano".