La red mundial de religiosas, que trabaja para combatir la trata de personas, reunirá a delegados de casi 100 países, los cuales presentarán testimonios de sobrevivientes de ese delito.
En el día de la fiesta de esa advocación, el arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella, presidió la misa de clausura de la peregrinación internacional al santuario portugués.
El Papa nombró al padre Teodor Matsapula, de 42 años, ordinario de la eparquía de Mukachevo, en el país eslavo.
Uno de cada tres declarantes confía en la labor social, espiritual y religiosa que realiza la Iglesia en ese país.