Más de 180 cardenales se reunieron en la octava congregación general. Hubo 25 contribuciones centradas en temas clave como la evangelización, la sinodalidad y el papel de la liturgia.
De este modo, el símbolo central del cónclave está nuevamente listo para cumplir su misión única: informar al mundo si ha sido elegido o no un nuevo Papa.
El Observador Permanente del Vaticano ante la ONU, Mons. Gabriele Caccia, reafirma firmemente el llamamiento inquebrantable de la Santa Sede al desarme nuclear mundial.
Al presidir la quinta misa de Novendiales, el vicedecano del Colegio Cardenalicio recordó a los cardenales presentes que, como sucesores de los apóstoles, no deben olvidar que "gobernar es servir".