Uno de los más preclaros santos de la Orden de la Merced, que dedicó su vida a redimir cautivos cristianos en poder de los moros. Fue extraído del vientre de su madre difunta, de donde el sobrenombre de "Nonato". Estando en África en misión de rescate de cautivos, fue encarcelado y se le colocó un candado en los labios para que no pudiese predicar. Al ser liberado el papa Gregorio IX lo hizo cardenal y lo llamó a Roma. Por su milagroso nacimiento, San Ramón Nonato es el protector de las madres que están por dar a luz.