Era originario de Piamonte. Siendo canónigo tuvo que atender a una señora que murió por falta de atención médica y en la mayor miseria. Ante este panorama, el canónigo se transformó en el gran hombre de la caridad que dedicó su vida a organizar la ayuda a los necesitados y a los desechados de la sociedad. Fundó varias instituciones y congregaciones, pero su mayor obra fue la "Piccola Casa" o Casita de la Divina Providencia. Murió en Turín el 30 de abril de 1842.