Natural de Italia, se hizo monje benedictino en la abadía de Bec, en Normandía, donde llegó a ser abad hasta que fue nombrado obispo de Canterbury, en Gran Bretaña. Perseguido por los reyes de Inglaterra, fue desterrado por defender los derechos y doctrinas de la Iglesia frente a la tiranía del rey Guillermo el Rojo. Luchó contra la simonía y el concubinato de los clérigos y logró implantar en Gran Bretaña la disciplina romana. Se dedicó a desarrollar la ciencia de Dios mediante un método racional; fue el verdadero creador de la escolástica, orientada definitivamente a los estudios filosóficos. Murió en Inglaterra en 1109.