Nacido en Capadocia (actual Turquía) el año 423, abandonó su patria para dirigirse a Jerusalén. En el camino visitó en Antioquía a San Simeón Estilita quien le dijo que escuchara la voz del Señor, y le dio su bendición. En Jerusalén se retiró a una cueva para hacer vida de solitario, pero pronto se le unieron numerosos discípulos. Por ello, el obispo de Jerusalén lo nombró archimandrita, es decir, superior de todos los cenobitas,-monjes que vivían en comunidades, contrariamente a los anacoretas o ermitaños, que vivían separados- de Palestina. De allí el nombre de "cenobiarca": padre o cabeza de los cenobitas. En Jerusalén hizo amistad con San Sabas, gran maestro del monaquismo. Murió el 11 de enero de 529, a los 105 años de edad.