Nació en la Tebaida inferior (Egipto) el año 228. A los 15 años abandonó sus bienes y se retiró al desierto donde permaneció como ermitaño hasta la edad de 115 años. Durante ese tiempo se alimentó con el fruto de una palmera y se cubrió con sus hojas. Un manantial le suministraba agua y un cuervo llevábale medio pan cada día. Poco antes de morir recibió la única visita de su vida: San Antonio, abad de los monjes egipcios. Murió el año 342. Su vida fue escrita por San Jerónimo.