Nació en 1891 en Wroclaw, Polonia, en una familia judía, última hija de 11 hermanos. Estando en la Universidad de Gotinga, Alemania, donde estudió Filosofía, la inesperada muerte de una persona amiga le hizo abandonar la fe judía. Ingresó al convento de Carmelitas con el nombre de Teresa Benita de la Cruz. Un día la Gestapo la detiene bajo la acusación de ser de raza judía y muere en la cámara de gas del campo de concentración de Auschwitz el 9 de agosto de 1942. El Papa Juan Pablo II en 1998 la proclamó santa.