El rey Mwanga, de Uganda, azuzado por los hechiceros decretó la muerte de todos los cristianos del país, lo que ocurrió en los años 1886 y 1887. El primero de los mártires fue Carlos que murió junto con otros 2l en Namugongo el 3 de junio de 1886; otros fueron muertos entre el 26 de mayo de 1886 y el 27 de enero de 1887. Entre los mártires figura José Mkasa, el fiel ministro del rey al que le había salvado la vida en una conspiración. Todos fueron canonizados por Pablo VI en 1964. Son los primeros mártires cristianos de África Negra.