Nació en Marinella, Nápoles, en 1696. Brillante abogado, un día decidió renunciar y comenzó una vida dedicada a Dios. Tras ser ordenado sacerdote, fundó la Congregación del Santísimo Redentor (Padres Redentoristas). Escribió profundos libros de moral, que son la base de la teología moderna en esta materia. Sus "Glorias de María" y sus "Visitas al Santísimo Sacramento" son libros que tuvieron gran difusión. Tras ocupar la sede episcopal de Santa Águeda, se retiró a la casa de su Congregación, en Nocera, Salerno, donde a la edad de 90 años murió en 1787. Gregorio XVI lo proclamó santo en 1839 y Pío IX en 1871 lo declaró doctor de la Iglesia. Es el patrono de los abogados.