Martes 23 de septiembre de 2025

El patriarca Pizzaballa sobre Gaza: 'Un dolor sin precedentes'

  • 23 de septiembre, 2025
  • Roma (Italia) (AICA)
En un videomensaje enviado a los participantes de la vigilia de oración por la paz en Tierra Santa, el patriarca de Jerusalén habló de la crisis "más grave que jamás había vivido".
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"Estamos devastados, profundamente heridos por lo que estamos viviendo, por la atmósfera de odio que ha creado esta violencia, y esta violencia a su vez engendra otro tipo de odio en este círculo vicioso que no podemos romper". Estas dramáticas palabras fueron pronunciadas por el Patriarca Latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, en un videomensaje dirigido a los participantes en la vigilia de oración por la paz en Gaza y Tierra Santa, organizada por la Comunidad de San Egidio junto con numerosos movimientos católicos en Italia.

La vigilia, fue organizada en respuesta al llamamiento urgente del papa León XIV, quien en los últimos días había pedido un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes y el estricto cumplimiento del derecho internacional humanitario.

Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de San Egidio, inauguró la vigilia con contundentes palabras: "No podemos permanecer en silencio ante la injusticia. No debemos resignarnos al lenguaje de las armas. La paz es posible, y la oración es ya una opción por la paz". La difícil situación de la población de Gaza es un desafío para todos los creyentes a ser "artistas de la fraternidad". "Esta vigilia no es solo un momento espiritual, sino un acto de responsabilidad colectiva. Queremos ser un pueblo de paz en tiempos de guerra", expresó.

El cardenal Pizzaballa, desde Jerusalén, manifestó: "Nos duele profundamente el clima de odio que ha generado esta violencia y, al mismo tiempo, genera nuevo sufrimiento, en un círculo vicioso que no podemos romper", declaró. "La responsabilidad de esto, dijo, también recae en quienes han cedido el terreno a los extremistas". Sin embargo, hay esperanza: "Veo a muchas personas humildes que aman la justicia y la defienden, incluso pagando un alto precio: israelíes, palestinos, judíos, cristianos, musulmanes. No se trata de pertenencia, sino de humanidad".

Tras 35 años en Tierra Santa, el patriarca habló de la crisis más grave que jamás había vivido: "Pero debemos tener esperanza, aferrarnos a la justicia y decir la verdad con amor". Sus palabras finales combinaron aliento y compromiso: "Llegará el momento -cuando el lenguaje del poder y la violencia fracase- en que debamos reconstruir con amor, con dulzura y testimonio, la tierra que Dios nos ha dado".

El largo camino hacia la solución de dos Estados
Mientras tanto, el padre Ibrahim Faltas OFM, de la Custodia Franciscana de Tierra Santa, habló con medios católicos en tono político. Recordó que "hace diez años, el Vaticano reconoció a Palestina como Estado y, por lo tanto, sobre todo, el derecho de un pueblo". 

En una conferencia de alto nivel sobre la solución de dos Estados celebrada en Nueva York, el padre Faltas señaló que numerosos países, entre ellos Francia, Gran Bretaña, Australia, Canadá, Portugal, Bélgica y Luxemburgo, reconocieron a Palestina desde entonces. Alemania e Italia se mostraron reticentes hasta la fecha, a pesar de apoyar la solución de dos Estados.

"Reconocer a Palestina es un paso importante en el camino hacia la paz", declaró el padre Faltas a la agencia SIR. "Quienes reconocen a Palestina creen en la paz y trabajan con valentía para garantizar que ambos pueblos puedan vivir seguros en su propia patria".

Cardenal Bassetti: "No traicionen a la humanidad"
La vigilia de oración en Roma fue presidida por el cardenal Gualtiero Bassetti, presidente emérito de la Conferencia Episcopal Italiana. En su homilía, el cardenal Bassetti advirtió que no podemos permanecer como espectadores ante el sufrimiento: "Ustedes, los aquí reunidos, representan la diversidad del catolicismo italiano. Esta es una señal que nadie debe subestimar". Refiriéndose a la escalada en Medio Oriente, añadió: "No debemos traicionar nuestra humanidad. Toda persona tiene una dignidad inviolable que debe ser respetada y preservada. No hay futuro basado en la violencia, el desplazamiento ni la venganza. Quienes aman de verdad trabajan por la paz".


Su referencia a las Bienaventuranzas fue particularmente conmovedora: "¡Bienaventurados los que trabajan por la paz! Bienaventurados los que sufren: los médicos, periodistas y cooperantes que perseveran en Gaza; las madres, padres y niños que soportan esta prueba con silenciosa dignidad". La seguridad, argumentó Bassetti, no está garantizada por las guerras ni el rearme: "No vence el vencedor de la guerra, sino solo quien construye la paz, preserva un bien frágil, sostenido por la justicia, la solidaridad y -los cristianos debemos proclamarlo a viva voz- por el perdón".

Muchas organizaciones, entre ellas la Acción Católica Italiana, Comunión y Liberación, la Comunidad del Papa Juan XXIII, el Movimiento de los Focolares, la OFS-Asociación Religiosa Franciscana Seglar y Renovación en el Espíritu Santo, se unieron a la vigilia, pidiendo una tregua, la liberación de los rehenes, negociaciones diplomáticas y el pleno cumplimiento del derecho internacional humanitario.+