Jueves 21 de agosto de 2025

El Papa León convocó a una jornada de oración y ayuno por la paz

  • 20 de agosto, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Mientras nuestro mundo continúa herido por las guerras, el Santo Padre invitó a los fieles a unirse en oración y ayuno el próximo viernes 22 de agosto, conmemoración litúrgica de María Reina.
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El papa León XIV instó una vez más a los fieles y peregrinos reunidos en el Aula Pablo VI para la audiencia general a orar por la paz y los invitó a invocar la intercesión de María. Lo hizo pidiendo a todos los creyentes que el viernes 22 de agosto, memoria litúrgica de la Virgen María Reina, celebraran ayuno y oración, implorando al Señor que nos conceda la paz y la justicia, y que enjugue las lágrimas de quienes sufren a causa de los conflictos armados en curso.

María, añadió el Papa, "es Madre de los creyentes aquí en la tierra, y es invocada también como Reina de la Paz, mientras nuestra tierra continúa herida por las guerras en Tierra Santa, en Ucrania y en tantas otras partes del mundo".

"Que María, Reina de la Paz, interceda para que los pueblos encuentren el camino de la paz", añadió.

Oremos por el don de la paz "desarmada y desarmante"
León XIV recordó el principio fundamental de la coexistencia pacífica entre los pueblos y las personas. "¡Sin perdón, nunca habrá paz!", insistió.

Al saludar a los peregrinos polacos presentes en Roma y a los procedentes del Santuario de Nuestra Señora de Jasna Góra, en Polonia, donde se conserva el icono de Nuestra Señora de Czestochowa, el Obispo de Roma les pidió " que incluyan en sus intenciones la súplica por el don de la paz -desarmada y desarmante- para el mundo entero, especialmente para Ucrania y Medio Oriente".

Oración incesante por la paz
En la mañana del martes 19 de agosto, el Papa se dirigió a la localidad de Guadagnolo, municipio de Capranica Prenestina, en la diócesis de Palestrina, al santuario de Nuestra Señora de las Gracias de Mentorella, especialmente querido por san Juan Pablo II. Allí, según informó el rector, entró en la iglesia, se postró a los pies de la Virgen María y encendió una vela con una oración especial por la paz en el mundo. 

El martes por la noche, al salir de la residencia de verano de Castel Gandolfo, el Santo Padre dijo a los periodistas que lo esperaban frente a la puerta de Villa Barberini que era necesario rezar mucho por la paz para alimentar la esperanza, que de hecho existe.+