Jordania: Inauguran la Iglesia del Bautismo del Señor, signo de paz en Medio Oriente

El Card. Pietro Parolin, presidió la misa de Consagración en el lugar del Bautismo de Jesús, sobre un terreno donado por el rey Abdallah II en la zona de Wadi al Kharar, a orillas del río Jordán.

El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, presidió hoy, viernes 10 de enero, la misa de consagración de la Iglesia del Bautismo de Jesús en Wadi al Kharar (Jordania), el lugar, en la zona desértica cercana al río Jordán, donde una tradición muy antigua identifica el relato evangélico del bautismo de Jesús a manos de Juan Bautista. 

Durante la Eucaristía, de la que participaron unas 7.000 personas, entre fieles de las comunidades católicas de Tierra Santa e invitados del extranjero, el cardenal Parolin, nombrado legado pontificio para esta celebración, invitó a los cristianos a comprometerse en una auténtica renovación espiritual y aseguró a los cristianos de Medio Oriente que la Iglesia universal está cerca de ellos.

"Aquí se dan cita tantos acontecimientos y personajes bíblicos que podríamos decir que este lugar encierra toda la espera del Antiguo Testamento orientada hacia la venida de Cristo, manifestación del Padre", observó el cardenal Parolin y recordó que éste es desde hace mucho tiempo un lugar de peregrinación, "porque aquí fue donde Juan Bautista bautizó a Jesús, como hemos escuchado en el Evangelio de hoy".

El legado pontificio calificó el lugar de "emblemático" y dijo que su geografía "nos habla".

"Aquí estamos en el punto más bajo de la tierra, pero es precisamente aquí -insistió- donde Dios ha salido a nuestro encuentro, como para recoger en su abrazo también a los que estaban lejos".

Acercar la Iglesia a los cristianos de Oriente Medio
"Mi presencia aquí hoy, según el deseo del Papa, quiere ser un signo tangible de la cercanía de toda la Iglesia a las comunidades cristianas de Oriente Medio", afirmó.

En particular, en las palabras del Santo Padre, dijo que esta cercanía ha encontrado numerosas expresiones a lo largo de tantos meses de sufrimiento y de guerra.

"Quiero animar a todos a no dejarse abrumar por las graves dificultades del momento actual y a confiar en que Dios guía la historia humana, por más que lleve las cicatrices de la violencia, del pecado y de la muerte -dijo-. En un momento histórico en el que esta región vive graves trastornos, es importante que también los cristianos den su contribución a la construcción de una sociedad justa y pacífica".

En este contexto, hizo un llamamiento: "dirijo mi mirada más allá del Jordán y pido un alto el fuego, la liberación de prisioneros y rehenes y el respeto del derecho humanitario".

"Que los corazones de los líderes de las naciones -exhortó el cardenal Parolin-, se muevan a buscar la paz y la coexistencia armoniosa entre los pueblos", y subrayó que la violencia no debe ser lo que determine nuestro futuro.

'Dios habitó con nosotros aquí'
El Secretario de Estado del Vaticano ofreció este recordatorio, al tiempo que expresó su alegría por participar en esta ocasión histórica.

"Hoy estamos llamados, ante todo, a dar gracias a Dios, y no sólo por el don de esta Iglesia que le es consagrada, expresó. Todo comienza con el hecho de que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros en esta particular parte del mundo, en esta Tierra Santa".

El cardenal también expresó el aprecio del Papa Francisco a la Casa Real, especialmente al Rey Abdullah II, y al Gobierno de Jordania "por el cuidado que han demostrado hacia este lugar santo desde el momento en que fue identificado en la década de 1990 por el padre Michele Piccirillo".

El Reino Hachemita testifica la presencia de Cristo y de la Iglesia primitiva
"Junto con él -continuó- otros sitios en el Reino Hachemita dan testimonio de la presencia de Cristo y de la Iglesia primitiva".

En este contexto, el cardenal recordó que este será el tema de una exposición: "Jordania: aurora del cristianismo", que se exhibirá en el Vaticano en febrero "como expresión del vínculo profundo que une a Jordania y la Santa Sede".

El cardenal también expresó su agradecimiento a Nadim Muasher, que contribuyó a la finalización de esta iglesia, cuya primera piedra fue colocada por el Papa Benedicto XVI durante su visita a Tierra Santa en 2009, y a los Padres del Verbo Encarnado que se ocupan de su atención pastoral.

Momento propicio para la peregrinación para renovar nuestro bautismo
La providencia de Dios, continuó el cardenal Parolin, quiso también que la Iglesia comparta el mismo eje que la basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén.

El cardenal expresó su deseo de que este santuario "se convierta en un lugar privilegiado para que todos los creyentes renueven su propio Bautismo y su compromiso, no sólo de palabras sino con toda la vida, de seguir a Cristo muerto y resucitado".

El Año Jubilar, recordó, es un año de perdón y de misericordia y, por tanto, un "tiempo oportuno para esta peregrinación".

Oportunidad para una auténtica renovación espiritual
"El lugar del Bautismo de Jesús no es simplemente un hito histórico, sino un lugar de auténtica renovación espiritual", afirmó el cardenal.

"Aquí, en el lugar más bajo de la tierra, en esta tierra bendita donde sentimos el inmenso sufrimiento causado por los conflictos, los actos de brutalidad y el pecado, en este lugar donde sin embargo los cielos se abrieron", exhortó el cardenal Parolin, "imploremos el don de la paz, la verdadera paz que nace en los corazones y se difunde en el tejido social".

El cardenal concluyó animando a los fieles cristianos a unirse a él para ofrecer a Dios su corazón y su vida, "para que la paz que Cristo quiere conceder reine en Oriente Medio".

Un hito en la historia de la peregrinación cristiana
El redescubrimiento del yacimiento de Wadi al Kharar es fruto de las investigaciones llevadas a cabo por el gran arqueólogo franciscano Fray Michele Piccirillo (fallecido en 2008), que identificó este lugar con la "Betania de más allá del Jordán" mencionada en el Evangelio de Juan y sacó a la luz las huellas de algunas iglesias muy antiguas que atestiguan que fue aquí donde las comunidades cristianas de la antigüedad colocaron el recuerdo del bautismo de Jesús. El resto lo hizo la familia real jordana, que creía firmemente en el potencial de este descubrimiento para el diálogo interreligioso y el turismo. Así, el rey donó terrenos a todas las confesiones cristianas presentes en Jordania, permitiendo a cada una de ellas construir una nueva iglesia en este importante emplazamiento a orillas del río Jordán.

Ya Juan Pablo II visitó este lugar en 2000 en su histórica peregrinación jubilar a Tierra Santa. En 2009 fue el entonces Papa Benedicto XVI quien colocó aquí la primera piedra de la Iglesia latina, cuya obra fue visitada por el Papa Francisco en 2014 y que ahora será inaugurada solemnemente.

La finalización de la iglesia en el año jubilar es un paso importante hacia otra cita para este rincón de Tierra Santa: el Lugar del Bautismo se prepara, de hecho, para celebrar en 2030 el bimilenario del bautismo de Jesús en las aguas del río Jordán. Y la esperanza de todos es que la paz permita a muchos peregrinos vivir este importante aniversario en este Lugar Santo de Jordania.

Mientras tanto, la zona sigue enriqueciéndose con nuevas propuestas espirituales: ya el verano pasado, el Príncipe Ghazi bin Mohammed, consejero principal del Rey Abdullah II para Asuntos Culturales y Religiosos y presidente del Consejo de la Autoridad del Lugar del Bautismo, inauguró oficialmente el Sendero de Juan el Bautista. Se trata de un sendero de unos 3 kilómetros, que incluye siete estaciones diferentes marcadas por meditaciones bíblicas. Comienza en la colina de San Elías y luego cruza el Wadi Al-Kharar hasta la pila bautismal, el manantial de Juan el Bautista y los restos de las iglesias que se construyeron aquí en la antigüedad en recuerdo del bautismo de Jesús. La ruta termina en la zona de la Iglesia Latina.+