Viernes 22 de noviembre de 2024

Un barco de Cáritas rescata a los refugiados que huyen de la guerra en Sudán

  • 14 de julio, 2023
  • Malakal (Sudán) (AICA)
La embarcación ya transportó a más de 2.000 desplazados desde la frontera hasta Sudán del Sur. Sin embargo, se sigue solicitando ayuda a través de los canales de Cáritas habilitados por la emergencia
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Lo que comenzó como un conflicto de baja intensidad en Sudán se está convirtiendo rápidamente en una guerra abierta y se acerca, peligrosamente, a una situación de pleno conflicto, que “podría desestabilizar a toda la región”, advirtió la Organización de las Naciones Unidas.

Casi todos los hospitales están cerrados, no hay agua, comida ni electricidad. El terror que reina en todo el país ha convertido a Sudán -uno de los estados con mayor afluencia de refugiados de todos los países vecinos (alrededor de 1,1 millones) hasta antes de la guerra-, en escenario de un éxodo desesperado.

Las estadísticas hablan de más de 2,8 millones de desplazados por el conflicto, de los cuales más de 2,2 millones son internos y más de 700.000 se han trasladado fuera de las fronteras del país. Entre los países más afectados por esta huida, además de Egipto (que recibió a unas 255 mil personas) y Chad (más de 230 mil) se encuentra Sudán del Sur, el pequeño y joven país independiente desde 2011, ya de por sí lastrado por otras crisis y conflictos humanitarios.

En efecto, unos 150.000 refugiados que han escapado de Sudán ya han llegado a Sudán del Sur. “En muy poco tiempo, ha surgido una enorme emergencia en nuestra zona”, expresó Sor Elena Balatti, religiosa comboniana y directora de Caritas Malakal, la capital del Estado del Alto Nilo, zona fronteriza y el punto de acceso más inmediato para quienes vienen de la zona de Jartum.

“Hace apenas unos días, llegaron unas 3.000 personas de Sudán en muy poco tiempo, lo cual es una situación realmente complicada”, narra la religiosa, quien lamenta que la afluencia, tan masiva y repentina, agrave una situación ya de por sí muy dura.

Las organizaciones internacionales encargadas de apoyar a los refugiados, las ONG y las organizaciones humanitarias presentes en Sudán del Sur ya operaban en condiciones críticas antes de que estallara la guerra. Ahora, la situación presenta serias dificultades de gestión, también porque al pequeño país están llegando distintos grupos étnicos que habían encontrado refugio en Sudán en el pasado y ahora se encuentran, una vez más, en la urgente necesidad de huir para salvarse.

Sor Elena asegura que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) “está haciendo lo mejor que puede, al igual que entidades más pequeñas como nuestra Cáritas diocesana, pero cada día se vuelve todo más complejo”.

“Fue todo demasiado rápido y violento, sabíamos que había tensiones en Sudán desde hace tiempo, pero no imaginábamos una escalada de este tipo”, explica la religiosa.

Si aún es posible gestionar un mínimo de ayuda para las decenas de miles de refugiados que llegan a Sudán del Sur, es gracias al trabajo de organismos internacionales y de realidades más pequeñas, como las de las Cáritas diocesanas o Cáritas Sudán del Sur.

“Afortunadamente, recibimos apoyo internacional. Hace poco, vinieron algunos miembros de Cáritas Austria y decidieron ayudar. Lo hacen con extrema generosidad. Ayudamos en lo que podemos de una manera concreta”, relata la sor Elena.

Así, por ejemplo, se ha puesto a disposición un barco que transporta personas desde la frontera viajando por el Nilo, el cual ya ha asistido a unos 2.000 sudsudaneses. También se distribuyen artículos de primera necesidad en los campos de tránsito.

“Por desgracia, hemos visto a personas morir de hambre o sed todos los días, algunas de ellas mientras viajaban. Por eso, también quiero hacer un llamamiento para que nos ayuden a través de los canales de Cáritas habilitados para los desplazados por la emergencia de Sudán, Upper Nile South Sudan”, concluye Sor Elena.+