Jueves 21 de noviembre de 2024

Tres jóvenes fueron ordenados diáconos y dos recibieron el lectorado en Corrientes

  • 30 de marzo, 2023
  • Corrientes (AICA)
Cristián Correa, Marcelo Miño y Germán Rodríguez fueron ordenados diáconos camino al sacerdocio, mientras que Jesús Israel Soza y José Roberto Martínez recibieron el ministerio del lectorado.
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El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFM Cap. presidió la celebración eucarística el sábado el 24 de marzo, en la que ordenó diáconos camino al sacerdocio, a los seminaristas Cristián Correa, Marcelo Miño y Germán Rodríguez, mientras que les confirió el ministerio del lectorado a Jesús Israel Luna Soza y José Roberto González Martínez.

En la homilía, el arzobispo expresó: “Nos alegramos en el Señor Jesús, porque nuestra Iglesia particular podrá contar con tres diáconos ordenados en vista del presbiterado, el cual, Dios mediante, sería administrado en la segunda mitad de este año”. 

El prelado recordó que el lectorado habilita a quien es instituido para ese ministerio a “proclamar la Palabra en la asamblea litúrgica; a educar en la fe y para la digna recepción de los sacramentos a los niños y a los adultos, y para anunciar la Buena Noticia de la Salvación a los hombres que todavía no la desconocen”, y manifestó que "lo propio de estos tres hermanos nuestros que son ordenados diáconos, es que su servicio en la comunidad cristiana tendrá que destacarse de tal modo que los destinatarios de ese ministerio puedan distinguir en ellos a Jesús Servidor”.

“Tendrán que estar muy atentos para que no busquen ser servidos, recordando siempre aquellas palabras con las que Jesús se refería a sí mismo como aquel que no vino a ser servido sino a servir. Y para poder brindarse así a la comunidad, el diácono buscará aquellos lugares donde están los últimos, los alejados, los que están solos, los enfermos, en fin, aquellos a quienes pocos o nadie quiere acercarse”, continuó.  

Monseñor Stanovnik subrayó que el diácono “es ante todo un servidor, alguien que se inclina ante el hermano, la hermana necesitada y se pone a su servicio, tanto en sus necesidades materiales como espirituales”.

Sin embargo, dijo, “el ejercicio de la diaconía considera también el servicio espiritual. Recordemos que en las primeras comunidades cristianas entre los siete diáconos que fueron elegidos para servir en las mesas, uno de ellos, Esteban, muere mártir predicando a Jesús, y otro, Felipe, le anuncia la Buena Noticia a un pagano y lo bautiza. Luego, en la Iglesia, hubo diáconos que desempeñaban cargos importantes, pero la consigna evangélica fue siempre la misma: un oficio en la Iglesia sea el que fuere, es siempre un servicio y deberá ser cumplido con espíritu de escucha y humildad”.

“Ese es el espíritu que anima una vida en comunidad. La escucha humilde del otro, para ponerse en su lugar, responder a su necesidad, y crear vínculos de cercanía y de confianza. Por ese camino de acogida del otro, el servicio del diácono es un servicio que favorece la comunión, participación y misión, un ministerio que colabora en afianzar una Iglesia sinodal”, agregó. 

Por otra parte, aseguró que la condición indispensable para que este servicio sea fecundo, “es vivirlo muy unido a Cristo y estar dispuesto a servir hasta dar la vida si es necesario. Si no se está disponible a vivirlo de ese modo, el ministerio diaconal se convierte en una mera función que reclama compensar oscuros apetitos de autosatisfacción”.

“Es muy bella la vocación y misión de diácono, porque, vivida en profunda amistad con Jesús Servidor, llega con su servicio hasta la mente y el corazón de las personas, a las que les hace descubrir que Dios tiene para cada una de ellas entrañas de misericordia, de perdón y de amor”, exclamó.  

Finalmente, el arzobispo de Corrientes instó a los nuevos ordenados, a que “practiquen el amor a ejemplo de Cristo durante el tiempo en el que van a ejercer este ministerio para que, llegado el momento, Jesús Servidor los encuentre preparados para recibir el ministerio del presbiterado, y lo realicen en el espíritu de Jesús Servidor y Pastor, mientras los encomendamos a ustedes y nuestros Lectores a la protección de nuestra Tierna Madre de Itatí”.

Los nuevos diáconos, todos ellos compañeros de estudio y formación en el seminario La Encarnación, Cristian, Germán y Marcelo fueron compañeros en el Seminario Interdiocesano “La Encarnación”, donde el año pasado culminaron sus estudios. Para este momento tan especial y determinante de sus vidas, los tres eligieron como lema una frase de la carta a los Efesios (5,2): “Practiquen el amor, a ejemplo de Cristo”.

¿Quiénes son los nuevos ordenados?
Marcelo Federico Miño, tiene 28 años. Nació en Corrientes el 13 de mayo de 1994 en el seno de una familia numerosa, compuesta por su papá, Jorge Alcides Miño, su mamá, Irma Noemí Sánchez, y seis hermanos.

Cristian Luis Correa, es oriundo de San Luis del Palmar. Nació el 24 de diciembre de 1995. Es hijo de Luis Omar Correa y Gladis Gómez. Fue bautizado el 16 de octubre de 1996 en la basílica de Nuestra Señora de Itatí.

Carlos Germán Rodríguez, nació el 4 de octubre de 1988, también en San Luis del Palmar. Es hijo de Carlos Rodríguez y Dora Reyes. Tiene dos hermanas.

Los tres nuevos diáconos ingresaron a la formación inicial en el Seminario La Encarnación el 2 de marzo del 2015.

Por su parte, los seminaristas que recibieron el lectorado realizaron su camino formativo en el seminario correntino Redemptoris Mater.

Jesús Israel Luna Soza tiene 28 años, es oriundo de Nicaragua. Culminó el pasado año sus estudios en el seminario, estuvo realizando una misión en Jujuy, y ahora está haciendo su año pastoral en la parroquia Virgen de Itatí. 

José Roberto González Martínez tiene 25 años. Cursa el último año de Teología en el Instituto Santo Toribio de Mogrovejo, del seminario La Encarnación.+

» Texto completo de la homilía