Domingo 11 de mayo de 2025

Súplica del Papa a la mafia: ¡Conviértanse y dejen de hacer el mal!

  • 21 de marzo, 2014
  • Roma (Italia) (AICA)
El Santo Padre asistió a un encuentro con familiares y amigos de personas asesinadas por organizaciones criminales de tipo mafioso. Luego de rezar por las víctimas, Francisco, profundamente conmovido, pidió a los mafiosos que cambien de vida y "paren de hacer el mal". "Por favor ?suplicó-. ¡Cambien de vida! ¡Conviértanse! ¡Paren de hacer el mal!".
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El Santo Padre asistió a un encuentro en la iglesia de San Gregorio VII, de la capital italiana, con familiares y amigos de personas asesinadas por organizaciones criminales de tipo mafioso. Luego de rezar por las víctimas, Francisco, profundamente conmovido, pidió a los mafiosos que cambien de vida y "paren de hacer el mal".

Durante el encuentro se pudo ver al Papa profundamente conmovido y concentrado en la plegaria por cada una de las víctimas, que fueron mencionadas una por una. El encuentro fue impulsado por el padre Luigi Ciotti, de la arquidiócesis de Turín, junto con trabajadores y personas vinculadas a la red Libera, que coordina a cientos de grupos que combaten el crimen organizado. El encuentro se da en vísperas de la tradicional marcha que miles de personas realizan cada 22 de marzo en toda Italia para reclamar justicia.

Luego de mencionar a los fallecidos, en un clima de recogimiento y oración, se leyó el pasaje del Evangelio en el que Jesús pronuncia las bienaventuranzas, entre ellas «Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados», «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados», y «Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios».

Enseguida, Francisco tomó la palabra y agradeció a los peregrinos su visita a Roma. También les transmitió la esperanza de que, poco a poco, la justicia y el sentido de responsabilidad "venzan la corrupción en cualquier parte del mundo".

El Papa sostuvo que, desde este sentimiento, es posible sanar el comportamiento y las relaciones, dando lugar a la justicia. Y les agradeció su valeroso testimonio: "Gracias por no quedarse encerrados. Gracias por su apertura para contar sus historias de dolor y de esperanza. ¡Esto es muy importante, especialmente por los jóvenes!".

"Hoy rezo con ustedes por todas las víctimas de la mafia. Rezamos también por cuantos necesitan la fuerza para seguir adelante para continuar luchando contra la corrupción", dijo el pontífice. Luego de unos segundos en silencio, con la vista gacha, dijo: "Pero no puedo terminar sin decir una palabra a los protagonistas de esto, a los hombres y mujeres mafiosos"

"Por favor ?suplicó-, ¡cambien de vida! ¡Conviértanse! ¡Paren de hacer el mal!".

"Rezamos por ustedes, conviértanse! ?continuó-. Lo pido por su bien, porque esta vida que viven no les dará placer, no les dará alegría, no encontrarán felicidad. El poder y el dinero que hoy tienen, producto de tantos crímenes, es poder y dinero ensangrentado. No pueden llevarlo a la otra vida".

"Conviértanse ahora, para no terminar en el infierno, que es lo que les espera si continúan en este camino. Piensen un poco, y conviértanse", insistió el Papa, profundamente conmovido.

Luego de sus palabras, el Papa rezó con los familiares y amigos de las víctimas un avemaría y un padrenuestro, y luego saludó uno por uno a quienes se acercaron al altar para ofrecerle obsequios y encomendarle oraciones.+