Jueves 21 de noviembre de 2024

El Servicio Sacerdotal de Urgencia en Buenos Aires celebró su 70 aniversario

  • 25 de octubre, 2023
  • Buenos Aires (AICA)
El obispo auxiliar de Buenos Aires, Mons. Enrique Eguía Seguí, presidió este martes una misa en la basílica de Nuestra Señora Del Pilar, para agradecer a Dios por esta meritoria obra de apostolado.
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El obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí, presidió el martes 24 de octubre, en la basílica Nuestra Señora del Pilar, una misa para conmemorar el 70° aniversario de la fundación del Servicio Sacerdotal de Urgencia (SSU) de la arquidiócesis porteña.

La Eucaristía fue concelebrada por 11 sacerdotes que participan activamente del SSU, entre los que se encuentran el párroco de la iglesia del Pilar, presbítero Gastón Lorenzo; el padre Andrés Tello, capellán del Hospital Álvarez y del Hospital Británico; el padre Pablo Sylvester, capellán de la Escuela Superior de Guerra de las Fuerzas Armadas; y los sacerdotes de la parroquia, Francisco Morad, José Ignacio Ferro Terrén y Adrián Maccarone.

A la celebración asistieron más de 50 laicos voluntarios, que hacen guardias durante las noches con sus familiares. Varios SSU de otras diócesis, que conforman la Federación de Servicios Sacerdotales de la República Argentina, enviaron sus saludos.

A cada asistente guardián, laico y sacerdote se le obsequió una cruz conmemorativa de este nuevo aniversario. También se reconoció el acompañamiento de la labor pastoral, por lo que se entregó una rosa a las mujeres de los laicos.

Al final de la ceremonia se renovó la promesa de compromiso en el apostolado, que fue acompañada de una estampa para la ocasión.

La promesa de los voluntarios
Reunidos ante Jesús Sacramentado, venimos a sellar con nuestra palabra el firme propósito de servir a la Iglesia y ser auxiliares de los Sacerdotes, para que nuestros hermanos enfermos reciban los sacramentos, canales vivos de la Gracia de Cristo.

Sabemos que los sacerdotes son pocos, las distancias largas y los medios escasos para auxiliarlos con la urgencia que su situación demanda.

Mediante esta promesa sincera nos ponemos a disposición de los Ministros Dios, con el propósito de guardar las más estricta fidelidad en el cumplimiento de nuestro compromiso. Estaremos siempre alertas para escuchar el pedido de los enfermos, pondremos la diligencia necesaria para que Jesucristo Sacramentado llegue hasta el enfermo, trayéndole la misericordia, el perdón y la paz. 

Así lo prometemos y ratificamos en este 70 aniversario del Servicio Sacerdotal de Urgencia de Buenos Aires, pidiendo a Dios y a su Bendita madre, que acepten nuestro ofrecimiento y nos den fuerza para cumplirlo.

Servicio Sacerdotal de Urgencia: el rostro misericordioso de Dios durante la noche
La iniciativa, dedicada a trasladar y acompañar al sacerdote cuando lleva auxilio espiritual a los enfermos en horarios nocturnos, cumple 70 años en Buenos Aires. Son 25.725 noches y 64.690 visitas a los ancianos y enfermos graves que solicitan recibir auxilio espiritual.

A través de él, cada noche, 85 laicos y 46 sacerdotes se turnan en vigilante espera para atender el llamado de Cristo en diversas diócesis de la Argentina.

En Buenos Aires, este servicio está cumpliendo 70 años de acompañar y llevar la unción de los enfermos, el santo viático (comunión a moribundos) o la confesión a quienes los pidan en horarios nocturnos, en los que no es fácil encontrar un sacerdote.

Su misión es asegurar la atención de los más necesitados de los sacramentos en forma continua. En muchas oportunidades, son las familias quienes llaman al servicio para que el sacerdote se acerque hasta la cama del enfermo. El procedimiento incluye la confesión -cuando hay conciencia-, la comunión -si fuera posible- y, siempre, la unción de los enfermos.

El servicio se solicita por vía telefónica al (011) 4801-2000. Los voluntarios están de guardia entre las 21.30 y las 6 de la mañana los 365 días del año, incluidos Navidad y Año Nuevo, atentos a los llamados para asistir espiritualmente a enfermos graves, en hospitales o casas de familia.

“Un alma que se vaya al cielo justifica mil horas de guardia”, expresa Enrique Méndez Elizalde, miembro de la Comisión Directiva del SSU, quien ha relatado a varios medios su experiencia: “Es hermoso comprender que la unción está especialmente destinada a reconfortar a las personas que sufren el dolor de la enfermedad o la proximidad de la muerte”.

¿Cómo perderse la oportunidad de esa infinita misericordia de Dios? Méndez Elizalde explica que esa gracia ocurre en el interior de cada persona, aunque exteriormente poco o nada lo notemos: “Nos trae consuelo, paz y confianza en Dios para que superemos las tentaciones de desaliento y de angustia acerca de la muerte. Más aun, concede el perdón de los pecados. Es la misericordia infinita de Dios en forma milagrosa la que actúa”.

Aun en la inconciencia de un paciente en coma, la gracia actúa. Aun si nuestra fe no fuera suficientemente fuerte para creer, la gracia, que proviene del Espíritu Santo, actúa.

En algún momento se creyó que la unción se daba casi exclusivamente a los moribundos, en el final de la vida. Era la llamada Extremaunción, que llevó al temor de muchos, que hasta lo pidieron a escondidas para que el enfermo no se enterase, “para no asustarlo”. Pero en realidad es lo contrario, ya que la unción de los enfermos es una especie de seguro de vida: otorga la fuerza para todas las luchas corporales y espirituales.

En cualquier caso, la unción de los enfermos tiene el efecto de perdonar los pecados. El momento oportuno para solicitar este sacramento es ante una enfermedad grave, en caso de un tratamiento difícil o extenso, una operación, o en la vejez, cuando las fuerzas se debilitan, aunque no se esté propiamente enfermo.

En sus casi 70 años de historia, el SSU ha sido valorado, no solo por los enfermos sino también por los obispos y hasta los Papas. Juan Pablo II dijo de él, en su visita a la Argentina de 1987, que “en este esfuerzo apostólico se hace visible la solicitud de la Iglesia, que vela día y noche por sus hijos más necesitados”.

Con ocasión de su visita a la provincia de Córdoba, donde nació la iniciativa, expresó: “Me da mucha alegría, y los aliento a continuar en este esfuerzo apostólico”.

Hasta el mismo Papa Francisco hizo varias guardias en el SSU, tanto cuando era provincial jesuita en la Argentina como cuando después fue nombrado arzobispo de Buenos Aires. “Él no tenía turno fijo, pero siempre estaba dispuesto a cubrir el puesto de un sacerdote cuando no podía venir”, cuenta Méndez Elizalde.

La unción de los enfermos otorga consuelo, paz y ánimo, y une al enfermo, en su situación precaria y en su sufrimiento, de un modo más íntimo con Cristo. En ese sentido, Mariano D'Onofrio, también voluntario del SSU, expresó a AICA su deseo de “que, algún día, todos los católicos nos convenzamos de que la Unción nos regala el Cielo”.

“Que algún día tengamos el número del SSU, anheló, tan presente como el de una guardia de urgencia de nuestro servicio médico”.

Guardia espiritual
Actualmente, hay 17 servicios activos del Servicio Sacerdotal de Urgencia en el país. Son los siguientes: