Viernes 22 de noviembre de 2024

"¡Señor, te amo!", últimas palabras de Benedicto XVI

  • 2 de enero, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Monseñor Gänswein, secretario personal del papa emérito, contó lo último que dijo pocas horas antes de su muerte.
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“Benedicto XVI -relató conmovido su secretario, el obispo Georg Gänswein- con un hilo de voz, pero de modo muy claro, dijo en italiano: ‘¡Signore, ti amo!’ (¡Señor, te amo!)”, según escribió Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la Comunicación.

“En ese momento yo no estaba, pero el enfermero me lo contó luego”, dijo el secretario de Benedicto XVI.

“Fueron sus últimas palabras comprensibles, porque luego ya no tuvo capacidad para poder expresarse”, agregó monseñor Gänswein.

"¡Señor, te amo!", casi un resumen de la vida de Joseph Ratzinger -expresó Tornielli-, que desde hacía años se preparaba para el encuentro definitivo, cara a cara, con el Creador”. 

El 28 de junio de 2016, en el 65º aniversario de la ordenación sacerdotal del papa emérito, Francisco quiso subrayar la "nota de fondo" que había recorrido la larga trayectoria sacerdotal de Ratzinger y manifestó: "En una de las muchas y hermosas páginas que él dedica al sacerdocio, subraya cómo, en la hora de la llamada definitiva de Simón, Jesús, mirándolo, le pregunta una cosa: '¿Me amas?'. ¡Qué hermoso y cierto es esto! Porque es aquí, en ese '¿me amas?', donde el Señor funda el pastoreo, porque solo si hay amor al Señor puede Él pastorear a través de nosotros...: 'Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo'".

"Esta es la nota -continuó Francisco- que domina toda una vida gastada en el servicio sacerdotal y en la teología, que no por casualidad se definió como 'la búsqueda del amado'; esto es lo que siempre testimonió y todavía testimonia hoy: que lo decisivo en nuestros días -de sol o de lluvia-, lo único que une todo lo demás, es que el Señor esté verdaderamente presente, que lo deseemos, que interiormente estemos cerca de Él, que lo amemos, que creamos de verdad profundamente en Él y creyendo, amarlo de verdad. Es este amar lo que verdaderamente llena nuestro corazón, este creer es lo que nos hace caminar seguros y tranquilos sobre las aguas, incluso en medio de la tempestad, como le ocurrió a Pedro".+