San Isidro: la XVI Jornada Diocesana de Capacitación Docente reunió a 2.200 educadores
- 19 de febrero, 2025
- San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
En un evento intensivo de reflexión y formación organizada por la JUREC, los docentes sanisidrenses participaron de diversos talleres que impulsan la esperanza y la confianza en el proyecto educativo.

En el marco del Año Jubilar y bajo el lema "Peregrinos de Esperanza", se realizó la XVI Jornada Diocesana de Capacitación Docente, organizada por la Junta Regional de Educación Católica (JUREC) del obispado de San Isidro. El evento se desarrolló en las instalaciones del Colegio Marín y de la Universidad de San Isidro.
Esta jornada de reflexión, formación y celebración convocó a unos 2.200 educadores que se desempeñan en obras educativas de San Isidro, los cuales participaron de una oferta de 47 talleres, que abarcaron diferentes temáticas de formación. De manera simultánea, se realizó el Encuentro de Directivos y Coordinadores de centros.
Esta actividad, gratuita para los participantes, pudo realizarse gracias al generoso aporte de diversos auspiciantes, como así también de algunos colegios y de Cáritas diocesana.
Al inicio del evento, se proyectó un video con testimonios de personas que reflejaron cómo la educación las transformó y las ayudó a tener esperanza en sus vidas. En ese contexto, el obispo local, monseñor Guillermo Caride destacó: "Es el momento para soñar. El lema de este año no es sobrevivir, sino animarnos a soñar y profundizar en lo que somos y ser mejores en lo que somos. El nuevo año es oportunidad. Fíjense que, para los testimonios que acabamos de ver, esa oportunidad estuvo dada por personas que dejaron huellas".
A su vez, se preguntó: "En la nueva generación que está en nuestra comunidad, ¿quiénes son los que van a dejar huellas? Están acá, acá están los que van a dejar huellas en la nueva generación. Por eso, los invito a que transitemos este año como peregrinos de la esperanza, que tengamos ojos bien abiertos, para nosotros acompañar a cada uno de nuestros alumnos, de nuestras familias, para ser testigos de esperanza".
Por su parte, el Lic. Rodrigo Martínez, presidente de la JUREC expresó: "Este lema es una invitación a transitar el año animados por esta virtud, que nos permite superar el desaliento, el temor, el pesimismo, porque nos hace poner la mirada en la promesa de Dios, que eligió hacerse hermano nuestro y caminar con nosotros".
Por eso, destacó que "este encuentro quiere ser una motivación, para que podamos pensar juntos cómo podemos seguir desarrollando y profundizando en nuestros proyectos educativos el valor de la confianza que, como expresión concreta de la esperanza, nos ayuda y permite el crecimiento, el desarrollo integral de todos los que forman parte de nuestras comunidades".
El encuentro contó con un panel integrado por el cardenal Ángel Rossi SJ, arzobispo de Córdoba y vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina, quien habló sobre la esperanza y la educación; y por el Dr. Ezequiel Gómez Caride, director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés y miembro de la JUREC, quien compartió su reflexión sobre la confianza como valor central para el bienestar y el aprendizaje.
La jornada finalizó con la celebración de la misa, en la que se puso en manos del Señor el año de trabajo, la cual fue presidida por el obispo diocesano, monseñor Caride, y concelebrada por el cardenal Rossi, el obispo auxiliar de San Isidro, monseñor Raúl Pizarro, y los sacerdotes que acompañan las distintas obras educativas.
En la homilía, monseñor Caride compartió: "Recibo la esperanza en el corazón, porque, como pobre, como necesitado, me abro y me confío a Dios, y ahí llega la esperanza al corazón. Y cuando recibimos la esperanza en el corazón y le decimos sí a la esperanza, se nos abren los ojos; cuando la esperanza ingresa en el corazón, cura nuestros ojos, purifica nuestros ojos. Porque, cuando la esperanza ingresa en el corazón, lleva a un modo de mirar, se mira desde la esperanza".
Y agregó: "En primer lugar, nos abre los ojos para descubrir aquello que es valioso en la vida. Nos ayuda a descubrir lo valioso de Jesús en nuestra vida, nos ayuda a descubrir el valor del amor en nuestra vida. Nos ayuda a descubrir el valor de la vida, de cada una de las personas, de cada uno de mis alumnos y alumnas, el valor de la vida y la dignidad de cada vida. Nos ayuda a descubrir el valor de la fraternidad, de ir descubriendo en nosotros el valor de la comunidad, como ese lugar que sana, que libera, que invita a soñar."
"Es descubrir el valor de la compasión, que nos hace sentir con el otro y no soltarle la mano a nadie", concluyó.+