Jueves 18 de abril de 2024

Recibir a María Madre de la Iglesia y convertirnos en condiscípulos

  • 22 de mayo, 2013
  • Zárate (Buenos Aires) (AICA)
El lunes 20, día en el que la liturgia recuerda a la Virgen María como madre de la Iglesia, el obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga, administró los sacramentos de iniciación cristiana a un grupo de jóvenes de Zárate, y en la celebración, animó a recibir a la Virgen María, quien intercede por los fieles, para que fortalezca el "condiscipulado" y el camino evangelizador al que está llamado el cristiano.
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El lunes 20, día en el que la liturgia recuerda a la Virgen María como madre de la Iglesia, el obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga, concurrió a la parroquia de Nuestra Señora de Luján, en la ciudad de Zárate, para rezar y administrar los sacramentos al primer grupo de jóvenes del grupo parroquial de catequesis, entre los que hubo bautismos, primeras comuniones y confirmaciones.

En esta ocasión, el obispo hizo referencia a María como un "ícono de la Iglesia", que es renovadora y que, con su intercesión poderosa, actualiza en los discípulos, en los fieles, la imagen del Hijo, fortaleciendo así el "condiscipulado".

En referencia a este término, el prelado estimó: "En verdad, una renovación en el Espíritu nos ha de llevar a ver en todo discipulado un condiscipulado, porque el espacio de verdadera fraternidad que crea Pentecostés, como Iglesia convocada y convocante, tiene su surgente en María, siendo ella, a la vez, miembro excelentísimo y enteramente singular y verdadera madre de los miembros de Cristo".

Monseñor Sarlinga también se refirió al rezo del Regina Coeli del domingo, en el que consideró que un "renovado Pentecostés" transformó la Plaza de San Pedro "en un cenáculo a cielo abierto", en el que se revivió "la experiencia de la Iglesia naciente", unida en oración con María.

"Pienso que el revivir la experiencia de la Iglesia naciente significa para nosotros dejarnos hacer por la gracia, nacer de nuevo como Iglesia, revivificando nuestro ser discípulos y nuestro condiscipulado, y poniéndonos en un también renovado camino evangelizador, impulsados por el dinamismo de la presencia del Espíritu. Seremos así, cada día, purificados por la dinámica de nuestra propia `muerte-resurrección-ser enviados?, compartidos por Cristo, que vive por siempre y nos envió junto con el Padre el Espíritu de Amor".

En este sentido, el obispo pidió "no defraudar" el "último encargo" de Cristo muriente. "Rechazar su encargo sería como ofenderlo en su cara en el momento mismo en que, desde la Cruz, nos dijo a cada uno de nosotros «Aquí tienes a tu madre». Aunque seamos pecadores y necesitados de conversión, lo que nos toca es recibir a María en nuestra casa", afirmó.

Finalmente, indicó que recibir a María y a los condiscípulos será la colaboración para que la presencia de la Virgen Madre en Pentecostés pueda garantizar "una renovada efusión del Amor, el cual sigue creando la Iglesia y la humanidad, lastimada, doliente, tan necesitada de sanación y renovación".

En esta ocasión, el obispo se vio acompañado por monseñor Osvaldo Montferrand, párroco de la comunidad. Ese mismo día, el vicario general de la diócesis, monseñor Ariel Pérez, concurrió a la parroquia de María de Nazaret, también en la ciudad de Zárate, para celebrar las fiestas patronales junto con el párroco, presbítero Adrián Lazaro, y la feligresía.

Confirmaciones masivas.El fin de semana, monseñor Sarlinga confirmó en el Colegio "María Madre Nuestra", de Manuel Alberti, a unos 500 jóvenes. Durante el fin de semana también hubo confirmaciones en la capilla Santa Teresita, de Moorlands; en la parroquia Santa Rosa de Lima, de Los Cardales, y en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Campana, y la iglesia catedral de Santa Florentina, en la misma ciudad. Fueron alrededor de 900 fieles que confirmaron su seguimiento al Señor.+

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