Lunes 9 de junio de 2025

'La mejor manera de servir a la Iglesia es ser santos', dijo el Papa

  • 9 de junio, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa instó a los miembros de la Santa Sede a esforzarse por la santidad personal y contribuir así a la fecundidad de la Iglesia, en la misa con motivo del Jubileo de la Santa Sede.
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El papa León XIV presidió hoy, lunes de Pentecostés, la misa por el Jubileo de la Santa Sede en la Basílica de San Pedro, desafiando a los participantes a ser "santos" para servir a la Iglesia.

"El mejor modo de servir a la Santa Sede es esforzarnos por ser santos, cada uno según nuestro estado de vida y la tarea que nos fue confiada", afirmó León XVI, quien encabezó la procesión de cientos de personas que esta mañana atravesaron la Puerta Santa portando la cruz del Año Santo.

La maternidad de María
El acontecimiento jubilar tuvo lugar en la memoria litúrgica de la Virgen María, Madre de la Iglesia.

"La maternidad de María, a través del misterio de la Cruz, dio un salto impensable: la madre de Jesús se convirtió en la nueva Eva, porque el Hijo la asoció con su muerte redentora, fuente de vida nueva y eterna para todo hombre que viene a este mundo. El tema de la fertilidad está muy presente en esta liturgia" -indicó León XIV-.

El pontífice sostuvo que "toda la fecundidad de la Iglesia y de la Santa Sede depende de la cruz de Cristo", para evitar que sea una mera "apariencia".


"Esta fecundidad de María y de la Iglesia está inseparablemente unida a su santidad, es decir, a su conformidad con Cristo". "Ella es memoria viva de Jesús y, como tal, es, por decirlo así, el polo de atracción que armoniza las diferencias y hace concordante la oración de los discípulos", añadió.

"La Iglesia -explicó- apoya el ministerio de los sucesores de Pedro con el carisma mariano. La Santa Sede experimenta de manera muy especial la coexistencia de los dos polos, el mariano y el petrino. Y es el mariano el que garantiza la fecundidad y la santidad del petrino, con su maternidad, don de Cristo y del Espíritu.

Servir a la Iglesia siendo santos
León XIV dijo que la Sede Apostólica tutela la santidad de sus raíces, así como ella misma es tutelada por esa santidad.

"No es menos cierto que ella también vive en la santidad de cada uno de sus miembros", dijo. "Por lo tanto, la mejor manera de servir a la Santa Sede es esforzarnos por ser santos, cada uno según su estado de vida y la tarea encomendada".

Ofreció el ejemplo de un sacerdote que soporta una gran carga personal debido a su ministerio, pero que continúa desempeñando su trabajo en la Santa Sede lo mejor que puede "con amor y fe".

Un funcionario laico de la Curia con una vida familiar difícil, dijo el Papa, también da testimonio de la fecundidad de María y de la Iglesia cuando "lleva adelante su trabajo con compromiso".

León XIV señaló que María estaba con los discípulos en el Cenáculo el día de Pentecostés cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos.


"Esto nos muestra la maternidad de María hacia la Iglesia naciente", dijo, calificándola de "una maternidad 'arquetípica' que permanece presente en todo tiempo y lugar".

La fecundidad de la Iglesia, añadió, está siempre conectada a la gracia que brotó del Corazón traspasado de Jesús, junto con la sangre y el agua, que son "símbolos de los Sacramentos".

Asimismo, respecto del apóstol Pedro, el Papa dijo que la Madre Iglesia sostiene el ministerio de los sucesores de Pedro con su carisma mariano, mientras él guía a la Iglesia.

Para concluir, el León XIV invitó a los empleados y funcionarios de la Santa Sede a dejar que la Palabra de Dios sea una lámpara que ilumine sus pasos, concluyendo con un fragmento de la oración colecta.

"Concede, oh Padre, que tu Iglesia, sostenida por el amor de Cristo, sea cada vez más fecunda en el Espíritu, se alegre en la santidad de sus hijos y acoja en su seno a toda la familia humana".+