Jueves 28 de marzo de 2024

Procesión y misa en el barrio del Papa, anticiparon la Semana Santa en Buenos Aires

  • 23 de marzo, 2013
  • Buenos Aires (AICA)
Una procesión misionera por las calles de la ciudad y una misa en el barrio de Flores, donde vivió el papa Francisco, anticiparon el Domingo de Ramos y la Semana Santa en Buenos Aires. Numerosos fieles participaron de la peregrinación de dos columnas que salieron del santuario de San Cayetano, en Liniers, y de Plaza Miserere, en Once, para converger frente a la basílica de San José de Flores, templo donde un adolescente Jorge Bergoglio abrazó la vocación sacerdotal. A lo largo del trayecto por la avenida Rivadavia, seminaristas, religiosas, sacerdotes, obispos auxiliares y numerosos fieles, bendijeron a la gente a su paso, e ingresaron en los negocios para entregar ramas de olivo y obsequiar estampas con la imagen del pontífice. En la homilía, el administrador arquidiocesano, monseñor Joaquín Sucunza, instó a "poner, como nos decía nuestro ahora Papa, toda la carne al asador, ponernos en serio en un camino nuevo".
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Una procesión misionera por las calles de la ciudad y una misa en el barrio de Flores, donde vivió el papa Francisco, anticiparon el Domingo de Ramos y la Semana Santa en Buenos Aires.

Numerosos fieles participaron de la peregrinación de dos columnas que salieron del santuario de San Cayetano, en Liniers, y de Plaza Miserere, en Once, para converger frente a la basílica de San José de Flores, templo donde un adolescente Jorge Bergoglio abrazó la vocación sacerdotal.

A lo largo del trayecto por la avenida Rivadavia, seminaristas, religiosas, sacerdotes, obispos auxiliares y numerosos fieles, bendijeron a la gente a su paso, e ingresaron en los negocios para entregar ramas de olivo y un obsequio muy especial: estampas con la imagen del pontífice argentino.

Toda la carne al asador
La celebración eucarística fue presidida en el altar levantado frente al templo de Flores por el administrador arquidiocesano, monseñor Joaquín Sucunza, a cargo interinamente del gobierno pastoral de la jurisdicción eclesiástica hasta que el Papa nombre a su propio sucesor.

En la homilía, el prelado llamó a "reencontrarse con Jesús" y a vivir "hondamente" la Semana Santa que, subrayó, es "fundante" y una invitación para un "más profundo encuentro con Dios".

Monseñor Sucunza instó a "poner, como nos decía nuestro ahora Papa, toda la carne al asador, ponernos en serio en un camino nuevo".

El obispo reconoció que el tiempo litúrgico de la Cuaresma, que termina, fue especial por la renuncia de Benedicto XVI al pontificado, "que nos dio una sorpresa" aquel 11 de febrero, y por lo que "nos produjo la elección del Papa".

"Estas ramas de olivo son para el altarcito de cada casa, para que nos recuerde todo el año la entrada de Jesús en nuestro corazón, en nuestras casas, en nuestras familias", indicó.

Y al referirse al tiempo cuaresmal, recordó que "nadie mejora si no se revisa, porque lo que no se revisa se repite y lo que se repite se degrada".

Iglesia misionera
Al término de la misa, el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García, recién llegado de Roma, ratificó que "seguiremos siendo una Iglesia misionera profundamente enamorada de Jesús".+