Miércoles 24 de abril de 2024

Piden al Senado no desvalorizar y debilitar a la familia

  • 1 de abril, 2013
  • Montevideo (Uruguay)
El Senado uruguayo convocó para el martes 2 de abril el debate del proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual cuya aprobación se había postergado en medio de una polémica política, social y religiosa, informaron fuentes parlamentarias. El arzobispo de Montevideo, monseñor Nicolás Cotugno, por su parte, criticó este domingo durante la misa en la catedral el proyecto al afirmar que si se aprueba el matrimonio homosexual quedará "oscurecido un bien fundamental de la persona humana como es la familia".
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El Senado uruguayo convocó para el martes 2 de abril el debate del proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual cuya aprobación se había postergado en medio de una polémica política, social y religiosa, informaron fuentes parlamentarias.

El arzobispo de Montevideo, monseñor Nicolás Cotugno, por su parte, criticó este domingo durante la misa en la catedral el proyecto al afirmar que si se aprueba el matrimonio homosexual quedará "oscurecido un bien fundamental de la persona humana como es la familia".

"Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza y dice el Génesis. Todo lo que se aparta de este proyecto de Dios, la Iglesia, no puede aceptarlo, no puede asumirlo y no puede promoverlo", afirmó monseñor Cotugno, que pidió a los legisladores católicos votar "a conciencia".

Por su parte el obispo de Salto, monseñor Pablo Galimberti, exhortó al Senado a no destruir a la familia con la aprobación del "matrimonio igualitario", pues sería equiparar las uniones homosexuales al verdadero matrimonio entre varón y mujer, que es la base de las familias.

"¿Por qué relativizar y desvalorizar una institución, hoy tan golpeada como la familia, introduciéndole profundas modificaciones que van a confundir más que aclarar?", preguntó el prelado en un reciente comunicado.

Monseñor Galimberti recordó que la definición clásica de la justicia de "a cada uno lo suyo", enseña que se debe dar "a las parejas de varón y mujer los derechos que les corresponden, entre ellos, el de llamarse con toda propiedad ?matrimonio?".

"Demos a las uniones homosexuales un nombre distinto, por ejemplo: ?compañeros permanentes? o como sea. ¿Por qué no respetar esa lógica elemental que aprendemos desde nuestros primeros balbuceos, de llamar a cada cosa por su nombre, en lugar de implantar ?a prepo? la lógica de Babel?", cuestionó.

El obispo uruguayo advirtió que detrás de esta insistencia por aprobar el "matrimonio igualitario" "se adivina una oscura intención".


El debate parlamentario
La coalición de izquierda Frente Amplio tiene la mayoría para aprobar el proyecto de ley, pero todavía pasará un tiempo antes de que se convierta en ley porque tendrá que volver a la Cámara de Diputados debido a que el texto aprobado en esta fue modificado por los senadores.

La iniciativa, que equipara los derechos y obligaciones de las bodas de las parejas homosexuales con las de las heterosexuales, fue aprobada el 11 de diciembre por los diputados.

Algunos legisladores del Frente Amplio intentaron una rápida aprobación también en el Senado y lo presentaron a consideración el 26 de diciembre.

Esa premura generó polémica en el Parlamento por la falta de tiempo para el análisis del texto, incluso en el seno del oficialismo, y se acordó retrasar el debate hasta después de las vacaciones del verano austral.

El retraso generó, además, críticas y reclamaciones de las organizaciones de defensa de los derechos de los homosexuales.

El primer artículo del proyecto establece que la institución del matrimonio "implicará la unión de dos contrayentes, cualquiera sea la identidad de género u orientación sexual de estos, en los mismos términos, con iguales efectos y formas de disolución que establece hasta el presente el Código Civil".

Uno de los aspectos más llamativos del texto es la reglamentación sobre el orden de los apellidos que deberán llevar los hijos de las parejas homosexuales, que será acordado por los dos cónyuges o mediante sorteo en caso de falta de acuerdo y que alcanzará también a los matrimonios heterosexuales.

También genera controversia el derecho de los hijos a reconocer a su padre biológico en el caso de que la madre, casada con otra mujer, lo tenga en un embarazo por la relación con otro hombre, no así en el caso de que se use el método de fecundación "in vitro", por la reserva de la identidad de los donantes de esperma.+