Viernes 29 de marzo de 2024

Pastoral Social da pautas a tener en cuenta en futuros programas de acción política

  • 2 de octubre, 2019
  • Resistencia (Chaco) (AICA)
Declaración de la mesa Grande de la Pastoral Social
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La Mesa Grande de la Pastoral Social de la arquidiócesis de Resistencia pidió discernimiento y opciones claras ante las próximas elecciones nacionales y expresó su compromiso para que se haga realidad el deseado futuro mejor para los argentinos.



El organismo arquidiocesano consideró prioritarios y muy relevantes “trabajar en varios temas” y los enumeró al solicitar a los que resulten electos para que los tengan muy presentes en sus programas de acción política:



• Ejecución de programas sociales con previsibilidad para la lucha contra la pobreza.



• Aplicación de las leyes para combatir la corrupción y el narcotráfico.



• Defensa y promoción de la vida en sus distintas etapas, y protección de la familia como institución básica.



• Impulso de políticas activas que fomenten el trabajo.



• Desarrollo de planes de estudio en el área de la educación, para que los alumnos cuenten con una preparación adecuada y con la incorporación de los valores auténticos.



• Desenvolvimiento de los actos de gobierno con transparencia y honestidad.



• Puesta en vigencia de marcos jurídicos e institucionales que tengan en cuenta las asimetrías sociales.



“¡No nos desanimemos! ¡Caminemos con esperanza, acompañándonos para salir adelante y trabajando “codo a codo” con los que compartimos la vida cotidiana! Pedimos la fortaleza a Dios, que siempre sostiene a su pueblo y lo alienta a no menguar la marcha. ¡Atrevámonos a soñar un país distinto!”, concluyó.







Texto del mensaje a la sociedad

Las problemáticas sociales que padecemos desde hace tiempo en nuestro país y la inestabilidad que se produjo después de las elecciones primarias, ha generado perplejidad respecto al futuro y se agudizó la situación de los más pobres y vulnerables, lo cual hace difícil transitar con serenidad estos momentos. Necesitamos no perder la calma para aportar lo mejor de nosotros, invocando a Dios, fuente de toda razón y magnanimidad, expresándole nuestra confianza: “Esperé confiadamente en el Señor: Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor” (Sal 39, 2).



Todos debemos colaborar para no fragmentar más la sociedad y poniendo lo nuestro en pos de la unidad, respetando las diferencias y aceptando las tensiones presentes; y juntamente con esto, la firme resolución de trabajar por un proyecto común, sabiendo que este es el mejor camino para lograr el bien de todos. Esto nos lleva a considerar que “la grieta”, “la polarización”, las ideas de “todo o nada”, no favorecieron al bien del país, descuidaron al “ciudadano de a pie” y no contribuyeron al bienestar integral de todos.



¡Pero no nos desanimemos!, una vez más manifestemos nuestra vocación democrática, el compromiso de construir día tras día nuestra patria, poniendo el esfuerzo y la dedicación en lo que hemos elegido realizar como proyecto vital, o en aquello que tenemos posibilidad de hacer todos los días. Ante el evento de las elecciones, tomemos más conciencia de esta oportunidad de participación ciudadana y de estar presente de manera activa y libre para ejercer este derecho. Con más reflexión, asumamos esta responsabilidad y no improvisemos este ejercicio, con un discernimiento a última hora.



“Creemos que la democracia es el sistema político más coherente con la dignidad de la persona humana y se sustenta en la realidad de ser pueblo (…). Una democracia sana supone la participación de todo el pueblo: la inclusión, la corresponsabilidad y la organización, que no se agotan en los partidos políticos, sino que se abren a distintas formas y expresiones que buscan respuesta a necesidades e inquietudes de la sociedad” (Documento El Bicentenario, 17. 21).



Expresamos nuestro pedido a quien corresponda, para que se brinde al ciudadano una información clara, explicita y accesible de las distintas propuestas, de tal modo que nos ayude al conocimiento y la deliberación profunda, y así, nos lleve a una concienzuda decisión al momento del sufragio. Lamentablemente, a esta altura de las campañas, notamos que mucha de la información que se expone mediáticamente, se reducen a la difusión de spots publicitarios, slogans armados, declaraciones estridentes y descalificaciones de los adversarios, y a un estudio de marketing para posicionar al candidato. ¡Anhelamos que el tiempo que nos queda hasta las fechas programadas, se nos brinde más información, se realicen los debates correspondientes y se ofrezcan plataformas digitales accesibles para un mejor conocimiento!



Sabemos de los cuestionamientos a todo dirigente y de modo particular a la clase política, sobre todo, de parte de muchos jóvenes que esperan de los mayores o de los que ocupan cargos importantes en la sociedad, una conducta cívica responsable, transparente y honesta. Por eso, “quienes aspiran a la responsabilidad que implica una candidatura, les pedimos presentar con claridad y realismo sus ideas y proyectos, sin caer en agresividades innecesarias que terminan desacreditando las propuestas. La política es la vocación más alta del hombre en comunidad y nos permite construir la anhelada fraternidad. Debiera revestir un carácter altruista y no reducirse a desprestigiar a los adversarios ni a un juego superficial de intercambios vanos” (Reflexión de comunidades religiosas del país/2019). Esto ayudará a fomentar el bienestar general, a sostener la confianza de los ciudadanos y a tener la fuerza del buen ejemplo, que siempre convoca a muchos a trabajar por una sociedad distinta. Los que tenemos fe, ¡no olvidemos de rezar por nuestros gobernantes y por su buen desempeño en la función pública!



¡Deseamos un futuro mejor y nos comprometemos con generosidad para que se haga realidad! Por esto, consideramos prioritarios y muy relevantes trabajar en varios temas, de modo particular, les solicitamos a los que serán electos para que los tengan muy presentes en sus programas de acción política; son los que se explicitan a continuación:



• Ejecución de programas sociales con previsibilidad para la lucha contra la pobreza.



• Aplicación de las leyes para combatir la corrupción y el narcotráfico.



• Defensa y promoción de la vida en sus distintas etapas, y protección de la familia como institución básica.



• Impulso de políticas activas que fomenten el trabajo.



• Desarrollo de planes de estudio en el área de la educación, para que los alumnos cuenten con una preparación adecuada y con la incorporación de los valores auténticos.



• Desenvolvimiento de los actos de gobierno con transparencia y honestidad.



• Puesta en vigencia de marcos jurídicos e institucionales que tengan en cuenta las asimetrías sociales.



¡No nos desanimemos! ¡Caminemos con esperanza, acompañándonos para salir adelante y trabajando “codo a codo” con los que compartimos la vida cotidiana! Pedimos la fortaleza a Dios, que siempre sostiene a su pueblo y lo alienta a no menguar la marcha. ¡Atrevámonos a soñar un país distinto!




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